Mads Pedersen todavía sabe cómo sonrojarse. El danés ganó la 1ª etapa del Giro

En solidaridad con los corredores que corren el Giro de Italia, aquí decidimos contar las etapas del Giro de Italia que realizan el mismo esfuerzo: una letra (incluyendo espacios) por cada metro de desnivel. Aquí tenéis la 1ª etapa del Giro, Durazzo-Tirana, 160 kilómetros y 1.800 metros de desnivel en 1.800 caracteres (espacios incluidos)

Los velocistas son una especie ciclista que a la mayoría de la gente no le gusta: los consideran aprovechados, por lo que quieren eliminarlos en cada subida. ¿Por qué nosotros tenemos que empujar durante cientos de kilómetros y terminar detrás y ellos sólo tienen que soportar el viento en la cara durante unos pocos cientos de metros y ganar la etapa? , pregúntenle a los gregarios que no tienen capitán velocista. Incluso aquellos que son capitanes de sprint, pero que no sufren demasiado las subidas, siguen pensando lo mismo y se ensañan con los sprinters. Y así pusieron a sus hombres a tirar para transformar una pequeña subida en un Mortirolo.

Mads Pedersen es más un velocista que un corredor al que le desagradan los velocistas porque a menudo son más rápidos que él. Él es danés y para Goethe los daneses son rencorosos. Tal vez.

Por este motivo, en la primera etapa del Giro de Italia 2025 los eliminó a todos en las dos subidas hacia Surrel, una pequeña colina al este de Tirana , donde se encontraba la meta.

Y para que nadie se quedara atrás, Giulio Ciccone, que querría subir al podio al final de este Giro , realizó un largo sprint que, además de los velocistas, desprendió a la mitad del grupo, incluidos algunos corredores que aspiraban a las primeras posiciones: como Gee, como Arensman. Sin embargo, Landa cayó y tuvo que retirarse una vez más.

Mads Pedersen no podía estar equivocado. Dado el duro trabajo que habían realizado, sus compañeros nunca lo habrían perdonado. No estaba equivocado. Primero en cruzar la meta por delante de Wout van Aert, que no ha conseguido suficientes segundos puestos este año (solo dos) y, por lo tanto, ha tenido que compensarlo .

En el escenario de entrega de premios, Mads Pedersen miró su camiseta rosa con satisfacción y sentimiento. Ese color le sentaba bien, combinaba con sus mejillas. El color de quien aún sabe ilusionarse con algo.

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