Amplifon combina la IA con la experiencia de los profesionales de la audición

La inteligencia artificial está llamada a transformar radicalmente todos los sectores de la economía, con importantes aplicaciones en particular en la atención médica. «La IA es un facilitador horizontal, como lo fue la electricidad o, más recientemente, el ordenador personal», declaró recientemente Enrico Vita , director ejecutivo de Amplifon, empresa italiana líder mundial en soluciones para el cuidado auditivo. La propia Amplifon ha comenzado a invertir significativamente en IA, pero sin perder nunca de vista el valor irremplazable de la relación humana en la atención médica .

En las últimas semanas, la compañía ha lanzado un audífono miniaturizado y recargable (Ampli-Mini AI) en Europa y Oceanía, impulsado por algoritmos que se adaptan al contexto acústico y mejoran la audición en entornos complejos . Amplifon también utiliza IA en la fase de diagnóstico, como en el sistema de pruebas audiológicas patentado Otokiosk (con certificación CE y FDA), para optimizar la agenda en sus clínicas, la atención al cliente y todo lo relacionado con la gestión de clientes.

Sin embargo, si bien sitúa la innovación entre los pilares de su estrategia, la empresa también subraya que el componente humano sigue siendo irremplazable en el proceso de cuidado auditivo .

“El componente tecnológico”, recordó el propio Vita, “es solo una parte de lo que ofrecemos a nuestros pacientes: el servicio altamente cualificado de nuestros audioprotesistas es crucial para obtener un resultado de excelente calidad”. Son los audioprotesistas, especialistas en cuidado auditivo, quienes acompañan al paciente en todo el proceso: desde las pruebas (ofrecidas gratuitamente en las aproximadamente 20.000 clínicas del grupo en todo el mundo), pasando por la elección del dispositivo más adecuado, hasta la adaptación personalizada, el seguimiento periódico y el mantenimiento.

Amplifon cuenta con una red de más de 10.000 audioprotesistas en todo el mundo, profesionales cualificados (en Italia, por ejemplo, se requiere una titulación universitaria de tres años) cuya experiencia es fundamental para ayudar a las personas a redescubrir las emociones de los sonidos. En Italia, la empresa ofrece becas anuales a jóvenes estudiantes que desean convertirse en audioprotesistas cursando el grado en Técnicas Audioprotésicas.