En Europa 100.000 muertes por calor en 2 años: nace una Comisión de la OMS

En el bienio 2022-2023, cerca de 100.000 personas murieron a causa del calor en 35 países europeos. Un dramático balance que demuestra cómo la crisis climática se está convirtiendo cada vez más en una crisis sanitaria. Para responder a esta emergencia, la OMS Europa lanzó hoy la Comisión Paneuropea sobre Clima y Salud, una iniciativa que busca transformar las políticas sanitarias para abordar las amenazas ambientales más graves.
Estará dirigido por la ex primera ministra islandesa Katrín Jakobsdóttir, junto con Andrew Haines, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. El grupo de 11 comisionados de alto nivel formulará propuestas prácticas, sostenibles y aplicables para que los sistemas de salud sean más resilientes al cambio climático.
“El cambio climático ya nos está afectando”, afirmó Hans Kluge, Director Regional de la OMS. Europa es la región de la OMS que registra el calentamiento más rápido. Además del calor extremo, se observan un aumento de fenómenos meteorológicos extremos, inundaciones, enfermedades infecciosas transmitidas por insectos y efectos psicológicos, como la ecoansiedad. Uno de cada diez ciudadanos de las ciudades europeas vive en zonas con riesgo de inundaciones. El cambio climático multiplica por nueve la probabilidad de inundaciones. Desde 2020, cuatro de cada cinco años han estado entre los más calurosos registrados. El 80 % de los europeos vivirá en zonas urbanas para 2030, lo que aumentará la vulnerabilidad.
«2024 fue el año más caluroso registrado. Nos encaminamos hacia un aumento catastrófico de 3 °C en la temperatura global. La salud pública se verá devastada», declaró la presidenta Jakobsdóttir. Quienes pagan el precio más alto son los más vulnerables: niños, ancianos y mujeres embarazadas. Los efectos se sienten en el cuerpo, con enfermedades respiratorias, golpes de calor e infecciones, y en la mente, con una creciente ola de trastornos relacionados con traumas ambientales. «Debemos actuar ya», declaró Andrew Haines. «La evidencia científica es clara: necesitamos reducir las emisiones y adaptar los sistemas de salud a un mundo más inestable».
ansa