Windows 12 llega en 2025 y tu PC podría quedar obsoleto

Microsoft ha anunciado oficialmente Windows 12 para el tercer trimestre de 2025. La nueva versión se centra en la Inteligencia Artificial, pero viene con una advertencia: sus exigentes requisitos de hardware, incluyendo un chip de IA, podrían obligarte a comprar un nuevo PC.
Microsoft ha confirmado el próximo gran salto en su sistema operativo: Windows 12 será lanzado oficialmente en el tercer trimestre de 2025. Esta nueva versión promete una revolución centrada en la Inteligencia Artificial (IA), una interfaz renovada y mejoras significativas en seguridad y rendimiento. Sin embargo, el anuncio viene acompañado de una creciente preocupación: los requisitos de hardware podrían ser tan elevados que millones de ordenadores actuales, incluso relativamente modernos, podrían quedarse fuera.
La revolución de la IA y sus exigencias
El núcleo de Windows 12 es su profunda integración con la Inteligencia Artificial. A diferencia de las funciones de IA vistas hasta ahora, Microsoft planea que la IA sea una parte fundamental del sistema, impulsando desde búsquedas avanzadas y un Copilot superior hasta el escalado de videos y juegos en tiempo real.
Sin embargo, esta ambición tiene un costo. Gran parte de estas nuevas funciones requerirán hardware especializado, específicamente una Unidad de Procesamiento Neuronal (NPU), un tipo de chip diseñado para acelerar tareas de IA. Esto significa que, para aprovechar todo el potencial de Windows 12, no bastará con tener un procesador potente; será necesario un PC con una NPU integrada, algo que solo los modelos más recientes están comenzando a incluir.
Requisitos de hardware: El nuevo filtro de Microsoft
La historia parece repetirse. La polémica introducción del requisito del chip TPM 2.0 para Windows 11, que dejó a muchos equipos perfectamente funcionales sin posibilidad de actualizar oficialmente, fue un presagio de esta nueva estrategia. Con Windows 12, los requisitos mínimos estimados apuntan a un salto aún mayor:
* Memoria RAM: Se espera que el mínimo pase de 4 GB a 8 GB, aunque algunos análisis sugieren que para una experiencia fluida se necesitarán 16 GB.
* Procesador: Se requerirá un procesador de 64 bits de al menos 1 GHz, pero la clave no oficial será la presencia de la mencionada NPU.
* Almacenamiento: Mínimo de 64 GB en una unidad de estado sólido (SSD).
Estos requisitos, especialmente el de la NPU, podrían crear una nueva brecha digital, obligando a los usuarios que deseen las últimas funciones a invertir en nuevo hardware, un fenómeno que algunos críticos ya califican de «obsolescencia programada».
«Si la compañía fundada por el tío Bill no entendió con Windows 11, definitivamente lo entenderá con Windows 12, porque resultaría en un fracaso más grande. No comprende, o eso parece, que pedir hardware especializado no es la solución para hacer llegar su producto a más personas».
¿Qué otras novedades trae Windows 12?
A pesar de la controversia, Windows 12 promete avances significativos para quienes puedan ejecutarlo:
* Interfaz Renovada: Se espera un diseño más modular y moderno, con elementos como una barra de tareas flotante, similar a la de macOS, para una estética más limpia.
* Rendimiento y Seguridad: Microsoft promete tiempos de arranque más rápidos, menor consumo de energía y un sistema de particiones «CoreOS» que aísla archivos críticos del sistema para mejorar la seguridad y agilizar las actualizaciones.
* Compatibilidad con Apps de Android: Se facilitará aún más la ejecución de aplicaciones de Android de forma nativa, sin necesidad de emuladores externos.
El impacto en el mercado: ¿Un fracaso anunciado o un impulso para las ventas de PC?
La estrategia de Microsoft con Windows 12 es de alto riesgo. Por un lado, al exigir hardware nuevo, podría estar intentando revitalizar un mercado de PC que ha estado estancado, forzando un ciclo de renovación de equipos.
Por otro lado, corre el riesgo de fragmentar masivamente su base de usuarios. Si una gran parte de los consumidores y empresas no pueden o no quieren actualizar su hardware, podríamos ver un escenario con tres ecosistemas de Windows coexistiendo: una gran base de usuarios aferrada a Windows 10 (cuyo soporte extendido finaliza, pero sigue siendo popular), un grupo intermedio en Windows 11, y una élite minoritaria en Windows 12.
Esta fragmentación no solo complica el desarrollo de software, sino que también genera frustración en el consumidor, que percibe la IA no como una mejora útil, sino como una imposición costosa y, para algunos, una herramienta de espionaje invasiva. La gran pregunta es si las ventajas de la IA en Windows 12 serán lo suficientemente convincentes para justificar la inversión, o si Microsoft está a punto de repetir los errores del pasado a una escala mucho mayor.
La Verdad Yucatán