Zuckerberg mata dos pájaros de un tiro: la inversión de Meta en Scale refuerza su IA y neutraliza a Google

La elevada concentración empresarial en el sector tecnológico estadounidense provoca que la espina dorsal del desarrollo de la IA acabe dependiendo de un puñado de firmas, las cuales son, precisamente, las más poderosas de Silicon Valley. Estas marcas despliegan sus estrategias, expandiéndose y replegándose en el tablero de juego de la IA, emulando a los señores feudales que pugnaban por dominar un determinado reino o territorio. Así, Meta ha ejecutado recientemente una poderosa inversión en Scale AI, start-up de IA, con el objetivo de reforzar su músculo en este ámbito. Sin embargo, este movimiento ha provocado que otras grandes tecnológicas estén pensando en cortar sus lazos con Scale AI.
Google, el cliente más importante de Scale AI, está planeando en romper relaciones con dicha firma, después de que Meta decidiera adquirir el 49% de la misma por más de 14.000 millones de dólares, una cantidad que eleva la valoración de la start-up hasta los 29.000 millones. El movimiento de la firma de Zuckerberg incluye la salida de Alexander Wang, cofundador y director ejecutivo de Scale AI, de su propia marca para comenzar a trabajar, directamente, a las órdenes de la matriz de Facebook e Instagram. Google, que invirtió 150 millones en Scale AI el año pasado, no parece dispuesta a destinar recursos para una compañía controlada parcialmente por Meta.
La salida de Google de la cartera de clientes de Scale AI puede suponer un problema para esta firma, cuyos ingresos en 2024 ascendieron hasta los 870 millones. El aporte de la subsidiaria de Alphabet es clave, y su desvinculación amenaza con generar un efecto dominó, ya que puede empujar a otras marcas a seguir el ejemplo. En este sentido, Microsoft y xAI, compañía de IA de Elon Musk, están planeando en interrumpir sus negocios con Scale AI. Por su parte, OpenAI optó por reducir hace meses su vínculo con la firma. El temor de estas empresas reside en que Meta pueda acceder a sus datos más relevantes ya que, habitualmente, los clientes de Scale AI comparten información sensible sobre su hoja de ruta y sus productos.
La matriz de WhatsApp ha logrado, de esta forma, dar un golpe encima de la mesa que ha movido las fichas del tablero de la IA. Su inversión en Scale AI neutraliza una fuente importante del motor de sus rivales en este ámbito, un movimiento que confirma la aceleración de la marca de Zuckerberg en la carrera por esta tecnología clave. La firma, que se había quedado algo rezagada en la carrera por la Inteligencia Artificial, tiene planes ambiciosos, como la creación de una herramienta capaz de crear anuncios de forma automática, revolucionando así el negocio de la publicidad online. Tanto es así que la firma está cerca de firmar máximos históricos.
El secreto de Scale AIEl éxito de Scale AI reside en su forma de trabajar la IA, en la cual, paradójicamente, la acción humana tiene un peso muy importante. Así, la mayoría de los ingresos de esta forma provienen del cobro a los creadores de modelos de IA de las tasas por acceder a una red de trabajadores especializados que gestionan grandes colecciones de datos. Esta información, posteriormente, es utilizada para entrenar a los modelos de Inteligencia Artificial. El coste del servicio de estos empleados es elevado: una "anotación" de estos operarios, entre los que hay historiadores y científicos, puede alcanzar los 100 dólares.
El potencial de Scale AI es vigoroso: firmas del sector automovilístico como Oshkosh y Valeo han contratado sus servicios para desarrollar sus herramientas de automatización, incluyendo el desenvolvimiento de la conducción autónoma. Sin embargo, el grueso de su negocio pasa por los contratos con las firmas que operan con modelos de IA generativa. Por ello, la apuesta de Meta por esta marca puede marcar un antes y un después en el desarrollo de esta tecnología.
eleconomista