Falleció Ismael Guardado, pintor, músico y autor de esculturas icónicas

Falleció Ismael Guardado, pintor, músico y autor de esculturas icónicas
Deja una vasta obra en edificios públicos y privados de Zacatecas y otras partes del país // Es autor de la emblemática pieza de acero Prometeo rompiendo sus cadenas, en la UAZ
▲ Ismael Martínez Guardado captado en su estudio en 1985.Foto Rogelio Cuéllar
Alfredo Valadez Rodríguez
Corresponsal
Periódico La JornadaDomingo 18 de mayo de 2025, p. 2
Zacatecas, Zac., El escultor, pintor y músico Ismael Martínez Guardado murió la tarde de ayer en Guadalajara a los 82 años; deja una vasta obra escultórica y de pintura mural en edificios públicos y privados de Zacatecas y México, y a unas semanas de la presentación de un libro biográfico y de la difusión de una entrevista de semblanza a cargo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), que se estrenará mañana en televisión abierta.
En 1969, Guardado (como era conocido) realizó, en un muro de 20 metros de largo por 15 de alto, perteneciente al auditorio frontal de la escuela de Derecho, la escultura de acero y lámina más reconocida e icónica de la UAZ: el Prometeo rompiendo sus cadenas.
El pasado 5 de abril, el artista zacatecano recibió en su casa-estudio, ubicada en Tlajomulco de Zúñiga, al Canal 24.4 de TV UAZ y al corresponsal de La Jornada, para una entrevista de semblanza, que, junto con un libro biográfico, escrito por el también pintor y narrador José de Santiago Silva, su contemporáneo, serían presentados en junio en la capital de Zacatecas, bajo el auspicio de la UAZ.
Auxiliado en todo momento por su compañera, Rebeca Lucía García Siordia, Ismael Martínez Guardado concedió la entrevista. Estaba motivado, contento, e incluso reveló que retomaría varios proyectos
, entre ellos su quehacer artístico, y concluir algunas pinturas que los problemas de salud le habían impedido terminar. Pero una afección cardiaca se interpuso y el maestro Guardado ya no continuará más con su obra. Fue la última entrevista de su vida.
María de Jesús Muñoz, titular del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, informó a este diario que mañana el gobierno del estado y la UAZ rendirán un homenaje póstumo al artista.
Maestro de generaciones
Guardado nació el 13 de septiembre de 1942 en la cabecera del municipio rural de Ojocaliente, tierra de campesinos y ganaderos. Hijo de Isidora Guardado −mujer multifacética que, además de solventar las cargas del hogar, componía canciones rancheras (le grabaron las Hermanas Huerta y Antonio Aguilar, entre otros), tejía trajes y vestidos para artistas, y hacía pan−, y del maestro rural Francisco Martínez, también dedicado al comercio de abarrotes.
De niño comenzó a dibujar, imitando las estampas folclóricas, cristos y paisajes que aparecían en los almanaques. Aprendió las raíces de la escultura y de la geometría en la panadería de su casa, y la música, de su madre. En su adolescencia aprendió el código morse, y a pegar sobrantes de filmes que conseguía en una sala cerca de su casa para montar su cine
de juguete.
En la década de 1960, al ver el talento que tenía en el trazo para dibujar y pintar con facilidad innata, su madre decidió que Guardado debía ir a la Ciudad de México a estudiar en la Academia de San Carlos. Reunió recursos y lo llevó a encontrarse con su destino. Llegó a vivir a una vecindad cercana al Museo del Chopo. Sólo llevaba certificado de primaria. Hasta ese momento, su instrucción complementaria eran cursos por correspondencia: esa era mi distracción, recibía hojas con formas para dibujar y cursos de figura anatómica
.
En San Carlos, y posteriormente en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, consolidó su formación académica como pintor y escultor. Luego, a finales de los años 60, regresó a las ciudades de Aguascalientes y Zacatecas, donde dio clases en el Museo Guadalupe Posada (del que fue director) y en el Instituto Zacatecano de Bellas Artes, respectivamente.
En década de 1970 hizo teatro en la UAZ y se involucró, desde el arte, en la lucha social que emprendieron campesinos y obreros y en la defensa de la universidad pública, científica y popular, cuando grupos de derecha buscaron privatizar la institución. Hacíamos jornadas de protesta en el teatro Fernando Calderón
.
Después viajó a Francia y luego a Japón. En París, me quedé a hacer duetos con otros amigos calenturientos de la música y el folclor que ya estaban instalados ahí
. En su estudio conservaba un póster publicitario de esa época parisina que decía: “Le Chemin de l’indien” (El camino del indio).
Tocaba requinto; un francés era dueño del local donde tocábamos; ahí sacábamos para la papa
. Nostálgico, Guardado compartió que ahí también actuó, por una temporada, el argentino Atahualpa Yupanki.
Al terminar las presentaciones, por la noche, lo llevaba del brazo a su casa, cerca de la torre Eiffel.
Artista que recreó piezas prehispánicas sin permiso desacata ley federal: INAH
Gabriel Lengeling confirmó a La Jornada que no pidió autorización al instituto

▲ Lengeling (en la imagen) convirtió íconos mesoamericanos
en paletas de hielo.Foto Germán Canseco
Ángel Vargas
Periódico La JornadaDomingo 18 de mayo de 2025, p. 3
Toda reproducción de cualquier pieza de origen prehispánico, sin importar el soporte o medio, debe ser supervisada y autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), remarcó esa instancia al ser consultada por La Jornada luego de que el artista Gabriel Lengeling presuntamente incumplió tal requerimiento al crear un par de obras que forman parte de la exposición Conocer el mundo con la boca, sin que te piquen las espinas.
La dependencia afirmó que el creador mexico-estadunidense incurrió en falta al no realizar ese trámite para la elaboración de sus piezas. Debe tener permiso del INAH para su venta, exhibición u otra cosa
, señaló el instituto mediante su área de medios.
En México, reproducir piezas o imágenes de patrimonio precolombino sin autorización puede incurrir en sanciones. La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (1972) prohíbe la excavación clandestina y la comercialización de bienes arqueológicos; las sanciones pueden incluir cárcel y multas.
En la instalación efímera Exhibir/desaparecer, activada el pasado viernes en el contexto de dicha muestra, Lengeling (1996) convirtió íconos mesoamericanos
como la Piedra del Sol, una cabeza olmeca y una escultura de Xochipilli (deidad mexica asociada con el amor, la belleza, las flores, el placer y la ebriedad sagrada) en paletas de hielo que fueron consumidas en el momento.
Con ello, propone una experiencia sensorial donde lo ancestral se vuelve cotidiano y consumible
, se dijo a los participantes en la presentación −entre ellos, algunos reporteros y fotógrafos−, efectuada en las áreas verdes de Casa del Lago, en el Bosque de Chapultepec, sede de la muestra abierta desde ayer.
Además de esa instalación, que se mostró por única ocasión, este artista participa en la citada muestra con una gelatina de mosaicos en la que reproduce un fragmento de la Piedra del Sol.
En entrevista, aclaró que en 2022 había ya presentado Exhibir/desaparecer en Guadalajara, Jalisco, aunque en aquella ocasión fueron alrededor de 13 reproducciones de esculturas icónicas en la historia del arte, entre ellas las tres referidas de origen prehispánico.

▲ También se muestra una máquina expendedora que despacha réplicas de figurillas prehispánicas de barro, pieza de Enrique Argote.Foto Germán Canseco
Explicó que no solicitó autorización al INAH para sus creaciones porque retomó los modelos del acervo digital Scan the World, plataforma en Internet que, a su decir, depende de una organización sin fines de lucro
dedicada a escanear patrimonio de la humanidad.
Tal plataforma, según se comprobó, está disponible en línea en Google Arts & Culture, donde se informa que, desde su creación, en 2014, “ha construido el mayor ecosistema de artefactos culturales imprimibles en tercera dimensión (3D) y de descarga gratuita.
Con más de 16 mil objetos en su colección y colaborando con más de 50 instituciones culturales, nos posicionamos como referentes en patrimonio abierto en tercera dimensión. Nuestra colección comparte obras del mundo, todas escaneadas de museos, espacios públicos y colecciones privadas.
Lengeling aceptó que sí hubo cierta preocupación
al momento, sobre todo, de elaborar la gelatina, por el tema de derechos de autor. Al final, decidí hacer una cosa efímera, porque la figura se irá erosionando y terminará por perder la forma
, sostuvo.
Me importaba mucho que empezara a desaparecer la figura. En la escultura, lo que uno hace es crear de la masa una figura, y lo que pasa en esta pieza de la exposición es que la figura se convierte en masa.
Para descartar que sea apropiación cultural, argumentó que, en el caso de la instalación, su finalidad fue generar una acción “en la que el público se vuelve parte de las piezas; quiero evocar una convivencia.
Con ambas piezas quería hacer patente que (los bienes arqueológicos) son como postres o tesoros: algo deseable. Quería mostrar que es muy importante que pensemos que es un tesoro susceptible de que se pierda y, por otro, que nos pertenece y lo consumimos.
Muestra en Casa del Lago hace de la comida y del acto de comer un arte
Ángel Vargas
Periódico La JornadaDomingo 18 de mayo de 2025, p. 3
La comida es más que necesidad, placer y acto cotidiano: es un ritual de identidad, un puente entre territorios y cuerpos, un archivo de memorias y saberes y, en no pocas ocasiones, un acto político.
Tal es la premisa de Conocer el mundo con la boca, sin que te piquen las espinas, exposición que desde ayer y hasta el 14 de septiembre se alojará en Casa del Lago (primera sección del Bosque de Chapultepec).
La muestra, a cargo de Beto Díaz y Dea López, curador de la Colección FEMSA y curadora invitada, reúne 42 obras de 37 artistas nacionales e internacionales que exploran el alimento como fenómeno cultural complejo.
Desde una instalación contemporánea que germinará durante los meses de exhibición, de Miguel Cinta Robles, hasta piezas históricas de Remedios Varo, Manuel Álvarez Bravo, Ana Mendieta y Gabriel Figueroa, esta propuesta multidisciplinaria desafía la mirada pasiva, ya que aquí el arte se cocina, se pudre, se comparte y se transforma.
También hay un par de obras con referencias al arte mesoamericano: una gelatina que reproduce un fragmento de la Piedra del Sol, de Gabriel Lengeling, y un expendedor de dulces, botanas y refrescos con réplicas de figurillas prehispánicas en barro, de Enrique Argote.
Producto de la colaboración entre la Colección FEMSA y Casa del Lago, la muestra llega a la capital del país tras su exhibición en el 51 del Festival Internacional Cervantino (FIC) de 2023, donde se alojó en el Museo Casa Diego Rivera.
Para esta ocasión fue adaptada no sólo con la inclusión de otras obras, sino en términos conceptuales, al abordar lo relacionado con las formas de comer, a diferencia de la versión en Guanajuato, donde se privilegió a la cocina como el sitio donde se preparan los alimentos. Nos concentramos en la boca como umbral por el cual conocemos el mundo
, precisó Díaz en conferencia.
Conocer el mundo con la boca… reúne obras de la Colección FEMSA con creaciones recientes de artistas contemporáneo. Creada hace 48 años, la colección tiene como misión ser un espacio de conexión, diálogo y reflexión entre personas, ideas y comunidades a través del arte
, resaltó Laura Pacheco, gerente de ese acervo artístico y la Bienal FEMSA.
Nos atrajo poner en la mesa este diálogo para abrir conversación respecto del alimento, desde sus vínculos con el cuerpo y el paisaje, para explorarlo como acto de identidad y transmisión de saberes.
Según Dea López, quien también es cocinera, la comida abre mundos y, a través de la boca, es posible explorarlos.
Pintura, dibujo, escultura, fotografía, instalación, arte objeto y video forman el espectro de esta muestra que reúne el quehacer de artistas como Francis Alÿs, Nacho López, Polvo de Gallina Negra (Mónica Mayer y Maris Bustamante), Thomas Glassford, Yunuen Díaz y Aristeo Jiménez.
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