Morante pasa la noche afebril tras el alta hospitalaria en Pontevedra, aunque podría ser intervenido nuevamente en la cicatriz

Morante de la Puebla ha pasado la noche afebril tras el alta hospitalaria recibida anoche en la clínica Quirón de Pontevedra, donde fue sometido a nuevas exploraciones radiográficas para descartar otros daños de la cornada sufrida en el primer toro de la tarde.

Morante fue operado en la plaza bajo anestesia local de una cornada con dos trayectorias -10 y seis centímetros- y un agujero de entrada de 10. Colocado el drenaje fue trasladado al centro hospitalario, que abandonó de mutuo acuerdo para trasladarse al hotel Rías Bajas.

Esta misma mañana se le han hecho las primeras curas en la misma habitación. La herida presenta buen aspecto, ha drenado bien y no hay hematoma. Pero es más que posible que haya que intervenir para aproximar los labios de la cicatriz.

El genio viaja de manera inmediata a Portugal por carretera para seguir la recuperación bajo supervisión médica tras un viaje no más largo de dos horas y media en su furgoneta, acondicionada con una cama.

Esta misma mañana se interesó por su estado de salud Alberto Núñez-Feijóo, presente ayer en la plaza, así como otros compañeros de profesión como Enrique Ponce o El Juli entre otros.

Morante seguirá con tratamiento antibiótico y la convalencia, que tiene en ascuas a todo el mundo del Toro, es una incógnita. De una semana a 10 días. No se sabe. El verano ha quedado huérfano.