Xabi Alonso, ante el Bernabéu 11 años después: "Su aprendizaje ha sido constante"

Entre el 18 de agosto de 2014 y el 19 de agosto de 2025 han pasado 11 años. 4.019 días en los que Xabi Alonso se ha transformado. «Su aprendizaje ha sido constante año tras año», admiten ahora en Valdebebas los que trabajan a su lado. El último partido del tolosarra en el Bernabéu como futbolista del Real Madrid fue en una noche de agosto, en la ida de la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid. Su vuelta, también en una noche veraniega, será ante Osasuna y desde el banquillo, en polo y pantalón largo, para dirigir por primera vez al conjunto blanco delante de Chamartín.
«Se necesitan nuevas motivaciones o estímulos que igual se me acabaron al ganar la Décima», dijo en su despedida, unos días más tarde de aquel 18 de agosto, ya firmado su nuevo contrato con el Bayern de Múnich de Pep Guardiola. Se iba para aprender, apuntadas ya las líneas maestras de Jose Mourinho y Carlo Ancelotti en su cabeza. El de Santpedor fue su último entrenador, la última pieza de su molde de técnico antes de regresar a las inferiores del Madrid para arrancar su carrera en los banquillos, profesionalizada después en San Sebastián y agrandada en Leverkusen.
«No iba a estar como yo quiero estar, cierro una etapa maravillosa y se abre una nueva. Ha sido la decisión más complicada de mi vida, pero quería ser honesto con el club y conmigo mismo», admitió Alonso ante la prensa aquel día, insistiendo en que el fichaje de Kroos no tenía nada que ver en su decisión: «No es una rabieta. Aquí tenía la confianza del club y del entrenador y hubiera jugado muchos minutos, pero es una decisión personal», comentó.
«Con Guardiola voy a seguir aprendiendo y eso es una motivación para mí», declaró. Hoy, once años después, Alonso se estrenará en el Bernabéu con las ideas claras después de su carrera como futbolista y su todavía corta carrera como entrenador. Las virtudes de Mourinho, Ancelotti y Guardiola pesan en su modelo, pero también lo aprendido a nivel global en Inglaterra, España y Alemania durante estos años.
«Mi relación con el Bernabéu fue muy buena. Ahora el rol es diferente, pero espero mantener eso. No estoy preparado, que pase lo que tenga que pasar y sienta lo que tenga que sentir, pero estoy feliz de volver», admitió ayer en sala de prensa.
"Presión", "intensidad", "distancias"En el Mundial de clubes consiguió asentar en la mente del vestuario las palabras «presión», «intensidad» y «distancias», vocablos que también repitió en sala de prensa. En Estados Unidos el equipo fue de menos a más hasta sufrir en semifinales del torneo una cornada importante del PSG, pero la sensación en el club, analizando todo el mes, fue buena. Se vieron brotes verdes.
Después de desconectar en vacaciones, Valdebebas ha recibido al cuerpo técnico y a la plantilla con las mismas palabras que en el campeonato internacional. «Todos tienen que ser conscientes de que deben funcionar como equipo para que todas las distancias sean mejores», insistió, en un claro mensaje, otro más, sobre el esfuerzo defensivo de sus delanteros, un debate constante durante el curso pasado.
«Los jugadores volverán a la escuela», decían en Valdebebas en los primeros días del técnico, allá por el mes de junio. Y así ha sido. El aprendizaje de la plantilla durante este par de meses, como el de Alonso durante los últimos años, también ha sido constante. Han pasado muchas horas en la sala de vídeo, especialmente durante la concentración de Estados Unidos, y cada día recibían nuevos detalles de la idea táctica del entrenador.
Si en el Leverkusen apostaba por tres centrales, parece que esta noche el Bernabéu verá una alineación más clásica, con cuatro defensas, tres de los cuales podrían debutar a la vez en Chamartín (Trent, Huijsen y Carreras), tres medios y tres delanteros, a la espera de recuperar a Rüdiger, Mendy, Camavinga, Bellingham y Endrick, armas para fortalecer o cambiar el esquema hacia una idea más adaptada a lo que quiere Xabi Alonso. Once años después, el arquitecto de la Décima estrena obra en la Castellana.
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