¿Y si Antoine Griezmann ya no puede jugar en el Atlético de Simeone?

Cuando Simeone cantó el once a los jugadores rojiblancos antes del duelo ante el Espanyol, Antoine Griezmann no estaba entre los elegidos. En la mayoría de las temporadas del francés en el Atlético de Madrid, cumple diez este año, salvo en la del debut y en la de vuelta del FC Barcelona, su presencia de inicio en el banquillo sería una sorpresa. No en ésta.
Ese nuevo rol de segundas partes ya lo empezó a probar el de Maçon al final del curso pasado. Una temporada que inició como un tiro, 14 goles y cinco asistencias en los primeros seis meses, pero en la que se desinfló hasta el punto de perder la titularidad y comenzar los duelos desde el banco. "Hemos siempre hablado y establecido la necesidad primero del equipo. Y a partir de ahí, todos sentirnos importantes desde el lugar que nos toca ocupar", expresó Simeone en abril del curso pasado sobre el 7 rojiblanco. Una declaración de intenciones que ha corroborado al inicio de éste.
Antoine Griezmann era un jugador de más de 3.000 minutos por temporada, de jugarlo todo o prácticamente todo y, además, de aglutinar gran parte de la presencia ofensiva del equipo rojiblanco. Sus 198 tantos, el máximo goleador de la historia del club, y 86 asistencias le avalan.
No obstante, los 28 minutos que jugó el domingo, proyectan que el tiempo que salte al césped apenas llegue a la mitad de su promedio habitual. Lo peor, sin embargo, no es la parte cuantitativa del asunto sino la cualitativa. El francés ha ido bajando su nota partido a partido según Sofascore casi un punto de media, ha pasado de un 7,3 a un 6,3, y Whoscored le ha dado con un 5,72, la peor nota del equipo rojiblanco ante el Espanyol. Según Stats Perform, el francés ante el conjunto perico apenas tocó el balón cuatro veces y completó dos pases.
Simeone toreó la pregunta si el equipo bajó tras los cambios con un: "Tuve un aprendizaje para mí, me quedo con algo en eso que vimos", aunque luego sí estuvo algo menos críptico cuando explicó que el partido lo controlaron bien "hasta el minuto 60". Griezmann salió en en el 68 junto a Raspadori por Almada y Baena y el Atlético no mejoró precisamente sus prestaciones.
El argentino y el español son la competencia directa del francés en el puesto, pero también lo es Julián Álvarez, la estrella actual de este Atlético, si Simeone decide poner a Sorloth en la delantera. También está por ahí Raspadori, que puede ejercer como segundo delantero, aunque ante el Espanyol no tuviera el debut soñado.
Competencia y hambreA la competencia, se le suma la edad del francés y quizás el hambre, que no es la misma con 34 que con los 24 de Baena o Almada. Tampoco el físico. Mientras que el año pasado se adujo que se exprimió demasiado al francés a mitad de temporada, jugando prácticamente todo hasta enero, en este primer partido del nuevo curso no se ha visto a un Griezmann especialmente rápido.
En medio de su bajón del curso pasado, las especulaciones, con su renovación pendiente, decían que se marcharía a la MLS. Griezmann nunca ha ocultado su predilección por el deporte americano, pero el francés, finalmente, amplió su vinculación dos años más con el Atlético rebajándose considerablemente el sueldo.
Plantilla cerradaTodavía hay voces que no descartan su salida en este mercado estival al que le restan aún dos semanas que pueden ser frenéticas. La dirección deportiva del Atlético ha tenido una de las ventanas más activas que se recuerdan con nueve incorporaciones. Se supone que la plantilla está cerrada salvo que se produzca una gran salida.
Ocurra lo que ocurra, la calidad de Griezmann le puede permitir volver a ser un jugador importante durante este curso. Sin los minutos de la selección francesa, a la que renunció en septiembre de 2024, el de Maçon tiene ventaja a nivel de desgaste frente a los internacionales Baena y Almada.
El curso es largo y nadie dice que el francés pueda realizar un año contrario al anterior. Un inicio algo más débil y un final apoteósico. De ello dependerá también de que el Atlético llegue lejos en todas las competiciones que disputa. Simeone necesita a su soldado más fiel y más mortífero. Por él no quedará.
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