La prospectiva para la economía mexicana se deteriora

Cada vez son más visibles los signos de deterioro de la prospectiva para la economía mexicana. Por ejemplo, tan solo ayer, el INEGI nos informó que la tasa anualizada de inflación se incrementó en el mes de mayo, a 4.42%, un repunte importante frente a la tasa observada en abril, que había sido de 3.93%. Preocupa aún más, que la tasa de la segunda quincena de mayo se ubicó en 4.62%, es decir, los últimos datos son aún mayores, y por tanto no se espera una moderación en el crecimiento de los precios en el mes de junio. Sin duda es algo que debe preocupar a la Junta de Gobierno del Banco de México, que pareciera ha decidido privilegiar a toda costa reducciones en la tasa de interés y subestimar el comportamiento de los precios.

Asimismo, entre los indicadores que también dio a conocer ayer, INEGI dio cuenta de que la industria automotriz tuvo durante mayo un mal mes, pues se reporta un descenso en el volumen de autos producidos, en el volumen de ventas y en el volumen de exportación. Así que el panorama de este importante sector de la economía mexicana dista mucho de ser optimista.

Por su parte, la semana pasada, conocimos que la inversión también está sufriendo un retroceso importante. Medida a través del indicador de la Formación Bruta de Capital, durante el primer trimestre de 2025, se reporta una caída de 4.9% respecto al mismo periodo del año pasado. Preocupa que tanto el rubro de inversión privada como el de la pública muestran retroceso. Pero justamente es el rubro de la inversión pública, el que muestra una caída considerable, pues en comparación con el primer trimestre de 2024 se registra una disminución de 22%. Ello es consistente con la brutal caída de casi 20% en términos reales en el presupuesto ejercido por el gobierno de la presidenta Sheinbaum durante los primeros cuatro meses de 2025, frente al mismo periodo de 2024.

En la misma tesitura se encuentra el consumo privado, que tan solo durante el mes de marzo registró una caída de 1.3% frente a marzo de 2024. Por otra parte, las exportaciones de México a EUA sufrieron también un retroceso durante mayo, al igual que las remesas que envían los mexicanos avecindados en la Unión Americana.

No se trata de hacer un examen minucioso del desempeño de cada una de las variables, pero el comportamiento reciente de las que he enumerado, más el descompuesto entorno internacional, nos indican que aún vienen meses complicados para la economía mexicana, aunque desde el gobierno federal se nieguen a reconocerlo.

Al gobierno se la ha complicado el entorno mucho más de lo que creo que planearon al inicio de este año. Lamentablemente, el fuerte desequilibrio en finanzas públicas que heredó el gobierno del presidente López Obrador ha obligado al gobierno de la presidenta Sheinbaum a apretarse el cinturón y contener el gasto, al grado de sub-ejercer lo que se tenía previsto para los primeros cuatro meses del año.

Así que, con el consumo en retroceso, la inversión de capa caída y el gasto del gobierno con el freno de mano puesto, no podemos esperar que se vea la luz al final del túnel este mismo año. El Plan México puede ser un buen compendio de buenas intenciones, pero está lejos de ser la solución de corto plazo que requiere el país. Difícilmente lo será también para el mediano y largo plazo. Vienen tiempos complicados sin duda.