La realidad desnuda la ideología

Lo que antes era visto como una maldición por parte de esos grupos autodenominados de izquierda, hoy desde el poder son los principales defensores de la fortaleza cambiaria del peso, de la permanencia del libre comercio y hasta del sistema de pensiones individualizado. La cruda realidad sobre su supuesta ideología.
Lo que por décadas criticaban de los neoliberales, tecnócratas e insensibles gobernantes de derecha, hoy les resulta útil porque ya se dieron cuenta, desde la administración del país, que eso es lo que funciona.
La paridad del peso frente al dólar es un trauma nacional por las devaluaciones del siglo pasado, pero no tiene nada que ver el peso que defendían como un perro los populistas de antes con la divisa de un país que a principios de este siglo cuidó su estabilidad macroeconómica, diversificó sus exportaciones y dejó al mercado hacerse cargo de la paridad cambiaria.
Presumir como un logro del régimen que la paridad peso-dólar esté en los niveles actuales es sólo una máscara discursiva para no tener que enfrentar la realidad de una economía en desaceleración que pierde empleos.
Fueron casi 46,000 plazas laborales menos registradas en el IMSS en mayo pasado y eso es la peor caída para un quinto mes del año desde que se tienen registros, quitando, claro la pandemia de Covid-19. Hablemos mejor del súper peso.
Sucede lo mismo con las remesas, este régimen las incorpora a su narrativa como si fueran un logro de su gestión, cuando son la consecuencia de un fracaso histórico por ser incapaces como país de retener a los mexicanos en su propia tierra.
Lo que hay que reconocer al régimen actual es que hoy son defensores del libre comercio y de las cuentas individualizadas para el retiro administradas por las Afore. Porque claramente no lo hacen por convicción, pero sí por el sentido común que les deja la realidad de ejercer el poder.
Los mismos que decían que el TLCAN era una profundización del modelo neoliberal hoy hacen lo que pueden para mantener un esquema de libre comercio con Estados Unidos, porque no pueden negar que fue la decisión correcta para potenciar la economía mexicana.
Y apenas en la campaña presidencial pasada se prometía acabar con el modelo de retiro individual para los trabajadores del Estado, para los maestros, pero la realidad de las finanzas públicas y su imposibilidad para sostener un esquema de reparto hace, afortunadamente, que la presidenta Sheinbaum acepte la inviabilidad de cumplir con su promesa.
Entonces, presumir la paridad cambiaria como logro gubernamental es un mero recurso narrativo, pero defender el libre comercio y la estabilidad financiera que aporta el actual sistema de pensiones sí tiene que ver con la realidad de que un cambio de modelo generaría una crisis profunda e inmediata.
A diferencia de lo que puede suceder con otras decisiones, como el desmantelamiento de las reformas educativa o energética, o incluso la apropiación del Poder Judicial, que tienen margen de que las crisis que van a generar no exploten de inmediato, sino en el futuro, cuando alguien más se tenga que hacer cargo de ejercer el poder.
Eleconomista