La recuperación del salario se estancó y el consumo sigue sin reacción: qué prevén los analistas

El repunte salarial que había comenzado a insinuarse a principios de año se desdibujó rápidamente frente al avance de los precios. Tras una serie de meses con paritarias por debajo de la inflación, los ingresos reales volvieron a caer y la recuperación del consumo quedó en pausa.
Según un informe de Fundación Capital, entre enero y abril los salarios del sector privado registrado retrocedieron un 1,9% en términos reales, mientras que el Índice de Precios al Consumidor acumuló un alza del 11,6%. Solo en marzo, la suba nominal de sueldos fue de 2,2%, frente a una inflación del 3,7%, lo que implicó una pérdida real del 1,5%.
Desde la consultora de Martín Redrado anticiparon que, incluso con un escenario optimista, el salario real transitará el segundo semestre en niveles similares o inferiores a los de finales de 2024. Si bien algunos acuerdos paritarios lograron superar el 1% mensual sugerido por el Gobierno, el impacto sigue siendo limitado frente a una inflación núcleo que permanece en torno al 3%.

El mes de abril mantuvo la tendencia: con una inflación del 2,8% y acuerdos aún demorados, los ingresos volvieron a perder terreno. “La mejora parcial que se insinuó al principio del año no logró sostenerse”, resumieron desde la consultora.
El deterioro salarial repercute de lleno en el consumo, que todavía no muestra señales de recuperación sostenida. De acuerdo con Nielsen IQ, el consumo masivo cayó un 1,6% en el primer trimestre, con leves mejoras en higiene y cuidado personal, pero sin un repunte generalizado.

“El consumidor prioriza lo esencial y muestra una lógica de gasto cada vez más racional”, indicaron. En ese contexto, las promociones son la única herramienta que por ahora sostiene las ventas.
De hecho, el 91% de las categorías comercializadas en supermercados se vendieron con algún tipo de descuento. En productos de limpieza, el porcentaje alcanzó el 100%; en cosmética, el 94%; y en alimentos, el 91%. El fenómeno se reflejó con claridad durante el Hot Sale: más de 11 millones de unidades vendidas y una facturación récord de $66.765 millones.
Las diferencias entre sectores también se profundizan. Mientras los hogares de mayores ingresos lideran la reactivación con gastos orientados a bienes durables, turismo y servicios, los sectores bajos siguen destinando más del 30% de sus ingresos a alimentos y bebidas.

“El panorama para lo que queda del año muestra una mejora condicionada. El rebote existe, pero es parcial, desigual y está lejos de consolidarse como un cambio de tendencia”, concluyeron desde Nielsen.
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