Tasa de EU tendrá más peso en decisiones de Banxico: Heath

Será hasta la segunda parte del año cuando la tasa de Estados Unidos tendrá un mayor peso en las decisiones del Banco de México, reconoció el subgobernador Jonathan Heath.
El diferencial de tasas entre México y Estados Unidos, siempre será parte de la función de reacción del Banco de México y una parte de las variables que se miran, precisó al participar en el podcast institucional de Banorte.
Pero en el corto plazo, esto en las decisiones de mayo y junio, el peso de ese diferencial en la decisión del banco central mexicano seguirá cercano a cero, subrayó. Y será hasta la segunda parte del año cuando será mayor su relevancia, proyectó.
Aparte, el vicepresidente de inversiones en la operadora y administradora de fondos Skandia, Jaime Álvarez, explicó que ese diferencial es el incentivo que otorga México a los inversionistas para que se queden en el mercado en momentos de incertidumbre.
El banquero central destacó en el citado podcast que “hubo un momento donde fue bastante relevante mantener ese diferencial. Yo diría que fue más o menos en 2022 o principios del 2023, pero en último par de años para acá no es tan importante”, reconoció.
En aquel momento, cuando dice que fue relevante mantener el diferencial fue cuando la inflación de México tuvo una tendencia al alza por los choques mundiales y alcanzó un pico de 8.70%, en septiembre del 2022, la variación anual más alta en dos décadas.
Tal como lo explicó el subgobernador, la inflación actualmente se encuentra mucho más cerca de la meta y el hecho de que el ciclo de la economía esté apuntando a una brecha del producto mucho más negativa, da espacio a bajar la tasa de interés.
El estratega de Skandia explicó que una tasa restrictiva como la que todavía tenemos en México, complica el crecimiento de la economía.
Entonces resulta relevante seguir con los recortes para acercarla a la neutralidad, sobre todo al asumir que hay datos en la economía de recesión técnica que por otro lado están reduciendo la presión en la demanda y en la inflación, comentó Álvarez.
El banquero central comentó que siempre es relevante tomar en cuenta la posición del ciclo económico y las condiciones de holgura de la brecha del producto en las decisiones monetarias.
“Si tenemos una economía que se encuentra estancada, con una probabilidad de que pudiera entrar en recesión o pasar por cierto tiempo de estancamiento, eso da pie a una brecha de producto más negativa y ayuda a aminorar presiones inflacionarias, lo que nos da espacio a tener una postura monetaria menos restrictiva”, señaló.
Seguimos igual de preocupados por cumplir con la meta de inflación, “pero reconocemos que estamos mucho más cerca de alcanzarlas de lo que estábamos hace uno o dos años. Y el hecho que el ciclo de crecimiento está apuntando a una brecha del producto mucho más negativa de la que habíamos pensado, nos abre el espacio de que podamos bajar la tasa y seguir esperando que eventualmente llegue la inflación al objetivo puntual de 3 por ciento”.
Terminará el año entre 7.75 y 8%: analistasEstrategas de la operadora de fondos Skandia; Valores Mexicanos Casa de Bolsa (Valmex) y Banco Base, concuerdan en anticipar que la Junta de Gobierno aplicará un nuevo ajuste de 50 puntos en la decisión programada para el 15 de mayo.
Dos de ellos, la directora de análisis económico y financiero de Banco Base, Gabriela Siller y el economista jefe de Valmex, Gerónimo Ugarte consideraron que existe la posibilidad de que la decisión de la Junta de Gobierno programada para mayo sea tomada por mayoría.
Es decir, podría darse el caso que alguno de los miembros vote por un recorte de 25 puntos base, menor al que espera el mercado. Esto al incorporar los datos de una inflación que se ha mostrado más presionada por el tipo de cambio, sobre todo en los precios de mercancías.
Siller estima que la tasa mexicana terminará el año en 8%, mientras los expertos de Valmex y Skandia anticipan que la Junta de Gobierno dejará la tasa en 7.75% en diciembre, un nivel que será “más neutral” y mucho más acorde a las condiciones de una inflación menos presionada en un ciclo económico recesivo.
Eleconomista