La vacuna del meningococo B podría proteger frente a la gonorrea

Un equipo de investigadores italianos ha descubierto por qué ciertas vacunas aprobadas contra el meningococo del grupo B podrían ofrecer una protección parcial frente a la gonorrea, una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes en el mundo. El hallazgo, publicado en la revista 'Science Translational Medicine', aporta una explicación mecanicista a una observación clínica que ha desconcertado a los expertos durante años, y abre nuevas vías para el desarrollo de vacunas y tratamientos contra esta infección bacteriana.
La gonorrea, causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, afecta a más de 80 millones de personas cada año y puede provocar complicaciones graves como infertilidad o embarazos ectópicos. Además, el patógeno ha desarrollado una preocupante resistencia a los antibióticos habituales, y hasta la fecha no existe una vacuna eficaz aprobada.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha alertó recintemente sobre el aumento de la resistencia a los antimicrobianos en la bacteria Neisseria gonorrhoeae, causante de la gonorrea.
El organismo señaló una tendencia preocupante en Europa, también en España, y pide reforzar el uso prudente de los antibióticos, especialmente ante el incremento de casos.
Los datos de 2022 muestran la presencia de cepas resistentes a la ceftriaxona, el principal antibiótico recomendado, así como una alta resistencia a la azitromicina, que pasó del 14,2 % en 2021 al 25,6 % en 2022. Esta situación reduce significativamente las opciones de tratamiento disponibles.
En este nuevo estudio, el investigador Marco Troisi y su equipo de la Fundación Toscana Life Sciences analizaron células B de memoria procedentes de tres voluntarios vacunados con la vacuna 4CMenB, aprobada contra el meningococo B. A partir de estas células, aislaron 17 anticuerpos capaces de matar la bacteria de la gonorrea en cultivos. De ellos, nueve se dirigían contra una proteína de la membrana externa del gonococo llamada PorB, cuatro reconocían otros componentes de la membrana, y los cuatro restantes actuaban sobre objetivos aún no identificados. Uno de los anticuerpos anti-PorB también logró proteger a ratones frente a la infección, lo que sugiere su potencial uso terapéutico.
«Este trabajo proporciona una explicación del fenómeno de protección cruzada observado en la clínica y demuestra que la obtención de anticuerpos monoclonales humanos puede ser clave para identificar antígenos bacterianos relevantes», señalan los autores en el artículo.
Sin embargo, el entusiasmo debe ir acompañado de cautela. Santiago Moreno Guillén, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal advierte que los datos aún son preliminares. «Básicamente, su hallazgo principal es identificar anticuerpos desarrollados tras la vacunación frente a meningococo B que matarían al gonococo in vitro. No tengo capacidad para juzgar si técnicamente el trabajo está bien hecho, aunque imagino que sí, al haberse publicado en esta revista. Pero los resultados son muy iniciales, con posiblemente poco recorrido», señala Moreno a SMC.
Moreno recuerda que estudios clínicos recientes no han encontrado beneficio adicional de esta vacuna en la prevención de la gonorrea. «Hace poco se publicó un ensayo que evaluaba el uso de doxiciclina y la vacuna frente al meningococo B para prevenir infecciones de transmisión sexual. La doxiciclina funcionó contra sífilis y clamidia, pero la vacuna no aportó protección frente a la gonorrea», asegura.
Aunque los autores del nuevo estudio sugieren que los anticuerpos identificados podrían utilizarse de forma pasiva como medida preventiva, Moreno considera que esta vía es poco práctica. « Es preferible administrar la vacuna directamente, si es que demuestra utilidad, que recurrir a la transferencia pasiva de anticuerpos como en la covid-19», concluye.
abc