Yeusvi Flores: Vacunar hace la diferencia

La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano entrena al sistema inmune para protegerse contra los tipos más peligrosos del virus. Actualmente existen vacunas que protegen contra los tipos 16 y 18 (altamente cancerígenos), y algunas versiones más recientes también cubren los tipos 6 y 11 (causantes de verrugas genitales), así como otros oncogénicos.
En México, la Secretaría de Salud recomienda vacunar a niñas y niños de 9 a 14 años de edad, idealmente antes del inicio de la vida sexual, mujeres de hasta 45 años si no han sido vacunadas y personas que viven con VIH.
El esquema actual en población general contempla una sola dosis para niñas entre 9 y 14 años, gracias a estudios recientes que han demostrado su alta efectividad con esta modalidad.
¿Y los niños también? ¡Sí! Vacunar a los niños no solo los protege del cáncer de pene, ano y garganta, sino que también ayuda a disminuir la transmisión del virus, protegiendo indirectamente a sus futuras parejas.
Millones de dosis han sido aplicadas en todo el mundo con una excelente relación beneficio-riesgo. Los efectos secundarios más comunes son dolor en el sitio de aplicación, fiebre leve y malestar general. No contiene virus vivos, por lo que no puede causar la infección.
La vacuna se ofrece de forma gratuita en escuelas y centros de salud públicos durante campañas específicas. También puede adquirirse en farmacias privadas. Pregunta en tu unidad médica más cercana.
Vacunar a nuestras hijas e hijos es un acto de amor y de prevención. El VPH es evitable. La vacuna salva vidas, disminuye el riesgo de cáncer y nos acerca a un futuro donde el VPH ya no sea una amenaza silenciosa.
Hablemos, informemos y vacunemos.
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