Sudores nocturnos: un síntoma que no debe ignorarse

¿Alguna vez te despiertas en mitad de la noche empapado en sudor, aunque tu habitación esté a una temperatura moderada? Los sudores nocturnos son un síntoma fácil de ignorar. De hecho, sus causas pueden variar desde triviales hasta graves. Te contamos cuándo basta con cambiar tus hábitos y cuándo conviene consultar con un médico.
Sudar es una función natural que ayuda a nuestro cuerpo a regular su temperatura. Por la noche, el metabolismo se ralentiza y el cuerpo debe regenerarse, pero si las glándulas sudoríparas funcionan a pleno rendimiento en ese momento, es señal de que algo podría ir mal. Cuando los sudores nocturnos nos molestan con frecuencia y sin motivo aparente, conviene prestar atención.
Causas más comunes
Las causas más comunes, aunque inofensivas, de la sudoración excesiva nocturna incluyen, entre otras, una temperatura demasiado alta en la habitación, pijamas no transpirables o una cena copiosa justo antes de acostarse. En estos casos, basta con cambiar la ropa de cama gruesa por una más ligera, ventilar la habitación y asegurarse de cenar ligero. La sudoración nocturna también puede deberse al estrés: la tensión mental estimula el sistema nervioso y aumenta la secreción de sudor. Después de un día duro, conviene relajarse y descansar antes de acostarse, por ejemplo, leyendo un libro, tomando un baño aromático o practicando técnicas de respiración. La causa también puede ser una infección con fiebre alta; en este caso, los síntomas desaparecen junto con la enfermedad.
Cambios hormonales
En las mujeres, la causa más común de los sudores nocturnos son las fluctuaciones hormonales, especialmente durante la menopausia. La disminución de los niveles de estrógeno altera el mecanismo de termorregulación, lo que provoca sofocos y sudores nocturnos. El tratamiento hormonal puede ser útil, al igual que los preparados naturales con fitoestrógenos (p. ej., soja, trébol rojo), pero siempre tras consultar con un médico.
Medicamentos y estimulantes
La sudoración excesiva también puede ser un efecto secundario de tomar ciertos medicamentos, como antidepresivos, antipiréticos, esteroides e insulina. Los síntomas también pueden verse exacerbados por el alcohol, la cafeína y las comidas picantes antes de acostarse.
¿Cuándo debes consultar a un médico?
Si se despierta empapado en sudor varias veces a la semana y el problema persiste a pesar de mejorar su higiene del sueño y cambiar sus hábitos, conviene consultar con un médico. La sudoración nocturna puede ser síntoma de enfermedades más graves, especialmente si se acompaña de fiebre, pérdida de peso o debilidad general. Este cuadro clínico puede indicar, entre otras cosas, infecciones crónicas (tuberculosis, mononucleosis), diabetes, hipertiroidismo, enfermedades autoinmunes e incluso cánceres como el linfoma. La sudoración también puede ser un síntoma de apnea obstructiva del sueño, especialmente en personas con sobrepeso que roncan.
No ignores las señales
Aunque los sudores nocturnos no siempre son señal de algo grave, su aparición frecuente, la alteración del descanso nocturno o la presencia de síntomas adicionales deberían motivar una visita a su médico de cabecera o endocrinólogo. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado no solo mejorarán la calidad de su sueño, sino que también pueden protegerle de problemas de salud más graves.
SOY
Actualizado: 06/10/2025 07:58
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