Ante el Vitória, el FC Porto vivió y murió en el desorden
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Este lunes, ante el Vitória de Guimarães, el FC Porto marcó un gol con talento y desorden deliberado. Pero también padeció ese mismo trastorno, en una fase en la que nada lo podía prever y que penaliza a un equipo incapaz de controlar el juego con el balón.
El duelo de la I Liga se saldó con un empate (1-1) y los "dragones" desperdiciaron la oportunidad de quedar a cuatro puntos del liderato que comparten Sporting y Benfica. Y el empate tiene cierta relación con la calidad de las oportunidades del Vitória, aunque el partido estuvo en general dominado por el FC Porto.
Para este juego, Martín Anselmi diseñó cosas nuevas. El sistema de juego no parecía especialmente importante, ya que el punto de orden era la dinámica permanente, tanto en la salida del balón como en los movimientos en ataque.
En la preparación, Tomás Pérez, que debutaba como titular, alternó la posición de volante central, viendo el partido desde el frente, y una posición en el mediocampo, junto a Varela.
En el frente tampoco había posiciones claras. Pero el mapa de posicionamiento promedio de los jugadores casi siempre mostró un 3x3x4, con Pérez entre los defensores centrales, Mora y Fábio Vieira como mediocampistas interiores y Moura y Borges proyectados como laterales que eran extremos. Después, Pepê jugó por detrás de Namaso –hasta que se lesionó a la media hora, cuando entró Samu y Namaso retrocedió unos metros.
En términos de diseños ofensivos, la idea fue casi siempre la misma. Con Fábio Vieira, Varela y Mora viendo el partido desde el frente, la solución fue que uno de los jugadores atacantes diera apoyo frontal e intentara liberar el balón con el primer/segundo toque.
Y esa movilidad permitió que la idea variara de intérprete a intérprete: a los 18' fue Namaso quien dio el apoyo frontal a Fábio Vieira, pasando primero el balón para que Varela lanzara a Mora. A los 21', Borges le dio un apoyo frontal a Pérez y le pasó a Varela para que lanzara a Pepê. A los 33' fue Namaso quien dio el apoyo frontal para liberar a Moura. En el 36' fue Pérez quien encontró a Namaso en ese movimiento repetido, en una jugada para lanzar a Samu. En el 41’ fue Samu quien pidió el balón en apoyo, pasándoselo a Varela, que lanzó al espacio a Namaso –el gol fue anulado por fuera de juego-. Y en el 50’ llegó una ocasión creada en un tiro libre tras otra asistencia frontal de Namaso, con pase de Pérez, y primer toque para Mora.
Esta descripción destaca seis momentos, siempre con el mismo tipo de idea: alguien en apoyo frontal, arrastrando a un jugador central y tocando el balón primero, y el jugador que recibió el balón de cara al juego se estiró hacia el espacio para otro jugador que rompió el espacio dejado vacío por el jugador central que había caído en la trampa. Sin embargo, no existe ningún peligro particular.
Esta repetición exhaustiva puso de relieve una idea clara, pero también cierta falta de variedad: hubo poco juego por las bandas, por ejemplo, y poca presencia en el área para los centros.
Victoria cortaPoco se ha hablado de Vitória porque Vitória ha hecho poco o nada. Ofensivamente no lograron crear nada pese a los espacios libres que tuvieron, el FC Porto presionó muy arriba, obligando al Vitória a disparar en largo y dejando un tres contra tres atrás, pidiendo a los defensores que "ahogaran" desde el principio el duelo aéreo.
En el minuto 53, la variabilidad táctica del FC Porto causó problemas. El equipo salió del descanso defendiendo con cuatro hombres, con Zé Pedro de lateral y Pérez de central, pero el joven centrocampista olvidó qué posición ocupaba (ya no era una posición híbrida) y fue a por un centrocampista cuando tenía a Nélson Oliveira detrás. El jugador portugués quedó libre, Zé Pedro quedó libre y Oliveira remató – afortunadamente para el FC Porto, había fuera de juego.
Otávio salvó poco después a Diogo Costa tras un córner que podría haber sido gol y el FC Porto también marcó un gol poco después.
En el minuto 68, con muchos jugadores dentro del área de Vitória, Fábio Vieira consiguió recibir el balón en la banda derecha, meterlo hacia dentro y disparar de arco. Curiosamente, ésta fue una fase en la que el Vitória pareció jugar mejor, con más llegadas al área, aunque con jugadas algo caóticas.
En una fase en la que no había ninguna victoria en el partido, llegó el empate. El desajuste del FC Porto volvió a ser fatal en defensa, con el equipo extrañamente equilibrado en ataque a falta de cinco minutos para el final y en un momento de jugadas a balón parado ofensivas. Hubo un balón perdido en el centro del campo y Embaló remató solo.
publico