Los médicos ucranianos no pueden ejercer la medicina en Portugal. «Renunciar es la única opción».

Con la invasión de Ucrania, Portugal les dijo a los médicos ucranianos que podían trabajar en hospitales portugueses "incluso sin hablar" el idioma. "La esperanza en medio de la desesperación" les hizo creer que "Portugal sería el lugar adecuado" para empezar de cero. Así, urólogos, pediatras, obstetras, psiquiatras, neurólogos, dentistas, radiólogos y muchos otros profesionales de la salud se sintieron bienvenidos y vinieron a Portugal. Pero al llegar aquí, médicos como Natalia Brovko, Nataliia y Solomiya (nombre ficticio) se dieron cuenta de que, para ejercer la medicina aquí e inscribirse en el Colegio Médico Portugués, necesitaban que se les reconocieran sus cualificaciones y, para ello, debían aprobar un proceso de examen anual que consideraban "difícil", "largo" e "inapropiado".