Se activaron los planes, pero no detuvieron el apagón

Expertos independientes que investigan las causas del apagón que afectó a Portugal y España el pasado 28 de abril indican que se activaron los planes de defensa de los sistemas eléctricos de ambos países, pero “no lograron evitar el colapso del sistema” en la Península Ibérica.
La razón del fallo de estos sistemas es una de las dos preguntas que la investigación intentará responder. La primera, sin embargo, es saber por qué las centrales eléctricas en España se desconectaron del sistema, provocando una cascada de disparos automáticos que dejaron sin suministro eléctrico durante muchas horas.
Estos dos problemas se incluyen en una actualización realizada este viernes por la red de operadores de sistemas europeos, ENTSO-E. La entidad responsable de la investigación independiente elogió la actuación de los operadores de red español (REE) y portugués (REN) por el rápido restablecimiento del suministro, lo que demuestra la preparación y eficiencia de las empresas que contaron con el apoyo de las redes francesa y marroquí.
ENTSO-E ha creado una página en su sitio web dedicada exclusivamente a esta investigación, que promete convertirse en un portal de información para todos los interesados del sector energético. El primer informe de la investigación independiente, en el que participa el experto portugués Albino Marques, podría tardar hasta seis meses en publicarse, pero la red europea de sistemas eléctricos se compromete a publicar documentos de trabajo en la página para información general.
Esta iniciativa llega en un contexto en el que las autoridades españolas están siendo acusadas (sobre todo por las compañías eléctricas) de falta de transparencia sobre lo ocurrido, invocando el secreto judicial para justificar no compartir más información.
Sin embargo, la presidenta de Red Eléctrica Española, Beatriz Corredor, ya ha afirmado que la compañía cumplió con todas las normas y procedimientos legales y que no prevé la necesidad de dotar provisiones en sus cuentas para pagar ninguna compensación por interrupciones del servicio.
Según el estudio preliminar publicado por la red europea, el apagón se precipitó por pérdidas de generación en España, que representaban una capacidad de 2200 megavatios (MW), lo que generó una sobretensión y una fluctuación en la frecuencia de la red que se extendió en cuestión de segundos a Portugal y Francia, países que importaban energía de España. Francia logró limitar el contagio cerrando automáticamente la interconexión. Portugal, que cuenta con una capacidad de interconexión mucho mayor, se vio arrastrado.
Hasta la fecha, solo se sabe que la pérdida de generación se produjo en las centrales de Granada, Sevilla y Badajoz, aunque se desconoce cuáles. Existen registros de episodios de inestabilidad en la tensión de la red eléctrica española horas e incluso días antes del apagón, pero no se ha establecido una relación causal entre estos fenómenos y la caída masiva de la generación en el sur de España. Se especula que la causa podría ser una gestión deficiente o insuficiente de la inyección de energía solar —esta tecnología abastecía más de la mitad del consumo en el momento del apagón—, sin garantizar la inercia esencial para la estabilidad del sistema. La inercia se consigue mediante las turbinas rotatorias utilizadas en las centrales eléctricas convencionales, térmicas e hidroeléctricas, pero también puede lograrse con baterías y otros dispositivos.
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