Apagón. ERSE aboga por el fortalecimiento de los mecanismos

El presidente de la Autoridad Reguladora de Servicios Energéticos (ERSE) sostiene que el apagón del 28 de abril puso de relieve la necesidad de reforzar la resiliencia del sistema eléctrico ibérico, con medidas concretas para prevenir, mitigar y responder a fallos de gran escala.
En declaraciones escritas a Lusa, en el ámbito del Día Mundial de la Energía, Pedro Verdelho destacó que incidentes de esta naturaleza exigen una identificación rigurosa de las causas y la adopción de soluciones técnicas y organizativas para evitar futuras repeticiones.
Según la información disponible, añadió, el origen del colapso estuvo en el sur de España, donde un fallo repentino en la generación provocó un desequilibrio entre la oferta y la demanda. Los mecanismos automáticos de reserva y deslastre de carga —que cortan parte del consumo para evitar colapsos— resultaron insuficientes para frenar el fallo de la cadena.
“Es importante determinar las causas que llevaron a este colapso masivo, pero el informe de ENTSO-E [Red Europea de Operadores de Transmisión de Electricidad] sin duda lo hará”, dijo, señalando que el primer documento debe presentarse dentro de seis meses.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que vuelva a ocurrir un evento similar, Pedro Verdelho explicó que los sistemas eléctricos están preparados para soportar diversos eventos extremos. Sin embargo, cuando ocurren simultáneamente varios fallos improbables, resulta “casi imposible evitar un corte de suministro”. Aún así, recordó que hace más de 40 años no se producía un apagón de esa magnitud.
Tras el incidente se activaron las centrales eléctricas con capacidad de arranque autónomo ('blackstart') de Castelo de Bode y Tapada do Outeiro. Y como señaló el responsable, ERSE ya ordenó a REN la contratación de dos plantas más con esta capacidad —Baixo Sabor y Alqueva—, que deberán empezar a operar a partir del 1 de enero de 2026.
Sobre las lecciones que se pueden extraer a un mes del apagón, destaca que la investigación en curso permitirá “identificar elementos fundamentales para las medidas concretas a adoptar”. Pero subraya que “los fuertes impactos de estos incidentes en la sociedad requieren la identificación de la causa del problema y la implementación de mejoras en los mecanismos de prevención, mitigación, restablecimiento de servicios y comunicación en situaciones de crisis”.
Recordando que la transición energética y la creciente penetración de las renovables introducen nuevos desafíos, en concreto la reducción de la inercia del sistema, que acentúa las variaciones de frecuencia y exige un control más rápido de la potencia, el presidente de ERSE sostiene que para mitigar estos efectos el sistema debe mantener los generadores síncronos, modernizar los reguladores de potencia de los inversores e incorporar soluciones como las baterías con control avanzado.
“Todas estas soluciones están disponibles y pueden utilizarse junto con una mayor digitalización de la red de forma rentable para garantizar una red resiliente, adaptada a un sistema energético cada vez más descarbonizado”, afirmó el presidente de la entidad.
ERSE también sostiene que la resiliencia debe comenzar a nivel local. Las infraestructuras críticas, como hospitales, sistemas de agua, comunicaciones y ascensores, deben estar equipadas con medios de suministro alternativos para garantizar su funcionamiento en situaciones de emergencia.
En cuanto a la inversión en la red de distribución, el regulador considera adecuada la propuesta de E-Redes en el Plan de Desarrollo e Inversiones de la Red de Distribución Eléctrica (PDIRD-E) para el periodo 2026-2030, por importe de 1.600 millones de euros. “Sin perjuicio de esta posición, ERSE identificó algunos aspectos en los que se puede mejorar la propuesta, a fin de hacer más evidente la adopción de algunas opciones tecnológicas y prácticas innovadoras en materia de planificación y gestión activa de la red, y que vienen demostrando madurez para ello”, comentó. La versión final de la propuesta ahora espera la aprobación del Estado, como otorgante.
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