Generación de plata

Ella no tiene prisa. Lleva en su ritmo el tiempo de la experiencia y, en su mirada, la voluntad de volver a empezar. Durante décadas, la Generación Plata ha sido excluida del proceso de toma de decisiones, pero ahora los datos apuntan en otra dirección. Poco a poco, los hombres y mujeres mayores de 60 años están volviendo a cobrar protagonismo económico. Una tendencia guiada por la necesidad, pero también por elecciones conscientes de productividad, autonomía e impacto.
Datos de Sebrae indican que, en 2024, el país alcanzó un récord: 4,3 millones de brasileños de 60 años o más poseen pequeños negocios en el país . La cifra representa un crecimiento del 53% respecto a 2012. Este grupo representa ahora el 14,3% de todos los empresarios, el porcentaje más alto jamás registrado.
Al mismo tiempo, este movimiento no se limita al mundo empresarial. Según proyecciones del Ipea, el 57% de la fuerza laboral brasileña estará compuesta por profesionales mayores de 45 años en 2040. La tendencia desafía las prácticas actuales de contratación. Un estudio de PwC en colaboración con FGV muestra que el 72% de los directivos todavía prefiere profesionales menores de 40 años.
Aun así, la generación plateada encuentra nuevas vías de inserción y protagonismo. El presidente del Sebrae, Décio Lima, refuerza que el emprendimiento también es un instrumento de inclusión social. “No podemos generar una economía que no sea sostenible. Ya no tiene cabida ni siquiera en el propio mercado capitalista”, afirmó durante un evento en Brasilia.
Entre los empresarios senior el perfil también ha cambiado. En 12 años, la presencia de empresarios sin educación o que no completaron la educación primaria cayó 22 puntos porcentuales. Por otro lado, la participación de quienes tienen educación secundaria creció en 10,4 puntos y la de quienes tienen educación superior en 8,3 puntos.
La diversificación también avanza en otros aspectos. Las mujeres representan actualmente el 29,9% de los empresarios senior, el mejor resultado de la serie histórica. La participación de la población negra en este grupo también creció 2,1 puntos porcentuales respecto al año anterior.
A pesar de dedicar menos horas por semana a sus negocios, los empresarios mayores de 60 años tienen algunos de los mejores ingresos de cualquier grupo de edad. Además, sus empresas tienden a tener un tiempo de actividad más largo.
Un ejemplo es Neusa Maria, de 66 años, residente en Goiânia. Tras jubilarse como funcionaria, decidió abrir un negocio de alimentación centrado en loncheras saludables. “Siempre me gustó cocinar y lo vi como una oportunidad de hacer algo con mi tiempo, ganar un ingreso y cuidar la salud de todos”, dice. Actualmente atiende una media de 70 pedidos a la semana y tiene dos empleados. “Tengo más vigor ahora que cuando era joven porque hago algo en lo que creo”.
El envejecimiento de la población impacta el mercado laboral formal, pero muchas empresas aún se resisten a adaptar sus culturas organizacionales. Para Juliana Cordeiro, gerente de Recursos Humanos de Brasilata, “las organizaciones que invierten en la inclusión de profesionales mayores de 40 años construyen entornos más diversos, equilibrados y preparados para el futuro”. Señala que estos profesionales a menudo ofrecen una combinación de experiencia práctica y estabilidad emocional. También desempeñan un papel activo en la formación del equipo y contribuyen a tomar decisiones más consistentes.
Al trabajar junto con profesionales más jóvenes, los trabajadores mayores ayudan a fortalecer la cultura organizacional y fomentan la innovación. La diversidad de edad, según Cordeiro, no debe tratarse como un elemento de cumplimiento, sino como parte de la estrategia.
En este sentido, las empresas que invierten en líderes mayores de 50 años ganan espacio competitivo. Un estudio de McKinsey muestra que las empresas con una gestión diversa tienen hasta un 25% más de probabilidades de tener un rendimiento financiero superior al promedio del mercado.
Con la aceleración de los cambios tecnológicos y económicos, los equipos de distintas edades tienden a adaptarse mejor a los desafíos. Los estudios indican que los equipos diversos tienen una mayor capacidad de responder y generar soluciones viables. En este contexto, la escucha activa entre diferentes generaciones aumenta la productividad y reduce los conflictos. Programas de mentoría inversa, vacantes afirmativas y capacitación para líderes mayores de 40 años son iniciativas que están comenzando a ganar fuerza en el entorno corporativo.
El año pasado, 4,3 millones de brasileños de ese grupo de edad poseían pequeñas empresas en el país, el 14,3% del total.
En Río de Janeiro, el diseñador Ricardo Muniz, de 63 años, comenzó a trabajar como mentor de startups en un polo de innovación. Participo en el proceso creativo con jóvenes y comparto experiencias de mercado que les ayudan a evitar errores. A cambio, aprendo de ellos sobre tecnología y tendencias», afirma.
Sebrae ha fortalecido su trabajo con el público de mayor edad. La institución ve a este segmento como uno de los principales vectores de crecimiento de la llamada “economía de los micro y pequeños emprendedores”, según la definición de Décio Lima en el evento “Diálogos para la Construcción de la Estrategia Brasil 2050”.
La búsqueda de la sostenibilidad económica y social impone cambios en las relaciones laborales. Brasil, con su diversidad cultural y natural, se presenta como un ambiente propicio para experiencias productivas basadas en el conocimiento acumulado, creatividad y capacidad de formación.
En este sentido, las empresas y las instituciones públicas están empezando a reconocer el valor de las trayectorias largas. La generación plateada deja de ocupar un lugar de expectativa o marginación, para colocarse en el centro de las decisiones económicas y sociales.
El regreso de este grupo a la prominencia económica refleja no sólo un cambio demográfico, sino una reconfiguración de valores en el mundo del trabajo. En un país que se reinventa cada día, envejecer también puede significar recorrer la vida con nuevos planes y el coraje de empezar de nuevo. Una economía que pretende ser integrada y digital, como destacó Lima, no puede prescindir de la experiencia acumulada. •
Publicado en el número 1. 1363 de CartaCapital , de 28 de mayo de 2025.
Este texto aparece en la edición impresa de CartaCapital bajo el título 'Generación Plata'
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