La recaudación del impuesto sobre la renta reducirá las ganancias de las inversiones de renta fija

El domingo por la noche, el gobierno federal propuso un cambio drástico en el mercado de renta fija: un impuesto del 5% sobre la renta de valores anteriormente exentos , como las Notas de Crédito Inmobiliario (LCI) y las Notas de Crédito Agroindustrial (LCA). La medida, que busca aumentar la recaudación y evitar un mayor aumento del IOF, genera alarma en los sectores financiero y productivo: el fin de la exención podría reducir el atractivo de estas inversiones, encarecer el crédito y perjudicar áreas estratégicas de la economía.
La propuesta debe enviarse al Congreso mediante una Medida Provisional (MP) y, según el Ministerio de Hacienda, la nueva tributación solo se aplicará a las nuevas inversiones. Los valores adquiridos antes del cambio permanecerán exentos.
Actualmente, las LCI y las LCA están exentas del impuesto sobre la renta para las personas físicas. Según Anbima (Asociación Brasileña de Entidades Financieras y del Mercado de Capitales), los inversores invirtieron R$836 mil millones en estos valores. Con el impuesto del 5%, el gobierno busca eludir el daño político causado por el aumento del IOF, que será "recalibrado", según el ministro Fernando Haddad.
Los cambios en el impuesto sobre LCI y LCA tendrán un efecto directo en el inversorLos LCI y los LCA son valores emitidos por bancos, cuyos recursos se destinan a financiar los sectores inmobiliario y agroindustrial. Su atractivo histórico siempre ha sido la exención fiscal, que proporcionaba una mayor ganancia neta que productos similares, como los CDB y los fondos.
Con la nueva propuesta, esta ventaja se reduce. Si bien la tasa del 5% es inferior a la aplicada a otros valores —entre el 15% y el 22,5%, según el plazo—, la reducción de la exención reduce el atractivo de estas inversiones. Para los inversores conservadores, que buscan seguridad y previsibilidad, el panorama se vuelve menos ventajoso.
Según Pedro Ros, director general de Referência Capital, se espera una migración a productos como Tesouro Direto o fondos de renta fija, que ya cuentan con normas fiscales conocidas y ofrecen mayor liquidez. «La tributación de las LCI y las LCA desmonta la idea de que ciertos productos son intocables. En tiempos de ajuste fiscal, la protección fiscal es más frágil. La diversificación se vuelve esencial», afirma Ros.
Otras inversiones también pierden su exención del Impuesto sobre la RentaAdemás de los LCIs y LCAs, otros títulos de renta fija que actualmente están exentos también serán gravados: los Títulos Garantizados de Bienes Raíces (LIG), los Certificados de Créditos Inmobiliarios (CRI), los Certificados de Créditos Agropecuarios (CRA) y los debentures incentivados, utilizados para financiar proyectos de infraestructura, entrarán en el radar de la Receta Federal.
El diputado también propone gravar las apuestas deportivas en línea con un tipo impositivo del 18 % sobre el GGR de las empresas. Otro punto del paquete incluye la eliminación del tipo reducido del 9 % de la CSLL para las fintechs, que aumentará al 15 % o al 20 %, según el tamaño de la institución.
El sector productivo siente el golpe: crédito más caro y riesgos para la actividad económicaLos cambios propuestos al mercado de renta fija trascienden el bolsillo del inversor e impactan directamente a los sectores que dependen de estos instrumentos para financiar sus proyectos. Con la nueva tributación, el atractivo para los inversores disminuye, lo que podría incrementar el coste de la captación de fondos para los bancos y comprometer el crédito dirigido a la agroindustria, la construcción y la infraestructura.
Pedro Ros advierte: «La medida podría desincentivar el crédito de inversores y bancos, lo que afectaría la dinámica de financiación y comprometería la recuperación económica». El ejecutivo destaca que el sector de la construcción será uno de los más afectados, ya que depende de estos instrumentos para la viabilidad de los proyectos inmobiliarios.
Para Sidney Lima, analista de Ouro Preto Investimentos, la decisión impacta directamente el crédito a sectores estratégicos: “Aumentar el costo de captación de fondos puede encarecer los proyectos y, en última instancia, frenar la actividad económica”.
Felipe Vasconcellos, socio de Equus Capital, también expresa su preocupación por el agronegocio, uno de los pilares de la economía nacional: “Gravar instrumentos que posibilitan inversiones esenciales puede frenar la actividad y comprometer tanto el PIB como el empleo”.
Reacciones políticas: acusan al gobierno de penalizar a los productoresLa propuesta generó una fuerte reacción en el Congreso. El presidente del Frente Parlamentario Agrario (FPA), el diputado Pedro Lupión (PP-PR), calificó la medida de "error" y "perjudicial para el sector que impulsa nuestra economía". Criticó al gobierno por aumentar los impuestos en lugar de recortar el gasto: "No nos quedaremos callados. Necesitamos recortar y reducir el sector público".
El presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, Rodolfo Nogueira (PL-MS), citará al ministro de Hacienda para que brinde aclaraciones. Para él, la medida constituye un "ataque directo al sector productivo nacional" y una afrenta a la previsibilidad legal.
La oposición en la Cámara de Diputados, a través del diputado Luciano Zucco (PL-RS), emitió un comunicado calificando la propuesta de «fiscalista, improvisada y contraproducente». La crítica es clara: el gobierno prefiere recortar los incentivos al sector productivo en lugar de reducir su propio gasto. «La propuesta no afecta a los especuladores ni a los conglomerados. Penaliza a Brasil, que trabaja, produce e invierte».
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