¿Avance diplomático o acción militar?: La decisión de Trump sobre Irán (ANÁLISIS)

Mientras el presidente Donald Trump se reunía el martes con sus principales asesores en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca , los funcionarios estadounidenses señalaron que las próximas 24 a 48 horas serían críticas para determinar si es posible una solución diplomática con Irán o si el presidente podría recurrir en su lugar a una acción militar.

Trump intensificó significativamente su retórica contra el régimen iraní antes de la reunión, afirmando que Estados Unidos sabía exactamente dónde se escondía el ayatolá Ali Khamenei.

"Es un blanco fácil, pero allí está a salvo. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora. Pero no queremos que se disparen misiles contra civiles ni soldados estadounidenses. Se nos está agotando la paciencia", escribió Trump en redes sociales.

"Ahora tenemos control total y completo de los cielos de Irán", afirmó en otra publicación.

¿Una última oportunidad para la diplomacia?

A pesar del aparente ruido de sables, los negociadores estadounidenses continuaron evaluando el martes que Irán está en una posición débil y podría verse obligado a volver a la mesa de negociaciones y, en última instancia, aceptar un acuerdo que le exigiría abandonar todo enriquecimiento nuclear, según varios funcionarios involucrados en el proceso diplomático.

Mientras Irán e Israel intercambian golpes, el régimen iraní ha mostrado su voluntad de reanudar las conversaciones con Estados Unidos, dijeron los funcionarios, y agregaron que la administración Trump ha estado buscando compromisos más concretos antes de abandonar el camino de la guerra.

Si Irán regresa a las negociaciones y acepta abandonar su enriquecimiento de uranio, los funcionarios estadounidenses creen que una reunión de alto nivel encabezada por el enviado especial Steve Witkoff y potencialmente el vicepresidente JD Vance tendría lugar esta misma semana.

Pero ese escenario probablemente requiera que Irán actúe con rapidez. El presidente ya ha reconocido que su paciencia con la situación en Oriente Medio se está agotando.

Fuentes familiarizadas con la mentalidad del presidente dijeron que éste se ha sentido frustrado por la incapacidad de un Irán desestabilizado de proporcionar a la administración respuestas inmediatas y también parece muy reacio a permitir que se desarrolle una situación en la que parezca que Teherán ha llamado con éxito a su farol militar.

Una postura estadounidense "defensiva", por ahora

El ejército estadounidense ya está enviando activos hacia la región, incluido el envío de aviones adicionales y un segundo portaaviones y su grupo de ataque al Medio Oriente, todas acciones que son de naturaleza defensiva, dicen los funcionarios.

"Somos fuertes, estamos preparados, estamos a la defensiva y presentes", dijo el secretario de Defensa, Pete Hegseth, sobre la postura de Estados Unidos en Oriente Medio durante una entrevista con Fox News el lunes.

Pero aunque el reposicionamiento de activos tiene como objetivo proteger a los aproximadamente 40.000 soldados estadounidenses estacionados en la región, también deja opciones abiertas para la administración Trump si decide ayudar directamente con la actual operación ofensiva de Israel contra Irán.

"Nuestro papel es mantener las opciones sobre la mesa, pero nuestra postura sigue siendo defensiva", dijo un funcionario estadounidense.

Una pregunta importante es si Estados Unidos desplegará sus bombarderos furtivos B-2. Estos bombarderos estratégicos pesados ​​son capaces de transportar bombas antibúnker de 13.600 kg (30.000 libras) , que podrían destruir la instalación nuclear subterránea de Irán en la Planta de Enriquecimiento de Combustible de Fordo.

Actualmente, la flota militar de 19 bombarderos B-2 se encuentra en la Base Aérea Whiteman, en Misuri. Seis de estos aviones estaban desplegados previamente en la base aérea de la isla Diego García, en el océano Índico, mucho más cerca de Irán. Sin embargo, fueron reemplazados por bombarderos de largo alcance B-52, que no son capaces de transportar las bombas antibúnkeres necesarias para destruir el emplazamiento de Fordo.

Aproximadamente una docena de buques de la Armada de EE. UU. ya se encuentran en aguas territoriales de Bahréin fuera de sus bases, según un funcionario del Departamento de Defensa, quien indicó que los buques no tienen ninguna misión oficial. Entre ellos se encuentran un buque de combate litoral, cuatro dragaminas y seis embarcaciones de patrulla acuática, añadió el funcionario.

La Armada también tiene dos destructores en el Mar Rojo, un portaaviones y otros tres buques de superficie en el Mar Arábigo. Otros dos destructores estadounidenses se encuentran en el Mediterráneo oriental, ambos equipados con sistemas de defensa antimisiles capaces de derribar misiles balísticos iraníes.

Una agenda estadounidense cambiante

Las señales de que la administración Trump podría estar inclinándose hacia una acción militar podrían incluir la cancelación de los planes del presidente de viajar a los Países Bajos para una cumbre de la OTAN la próxima semana.

En una conferencia de prensa realizada el martes, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, dijo que la cumbre todavía estaba "en agenda", pero agregó que la situación podría cambiar dependiendo de la dinámica con Irán.

"Esto es algo que avanza, como suele ocurrir, muy rápidamente. Así que diría que todo es posible", afirmó.

El presidente ya se retiró anticipadamente de la cumbre del G7 en Canadá, optando por acortar su estadía allí el lunes para monitorear la situación en Medio Oriente desde la Casa Blanca.