Violencia en los años 80: ¡Para nosotros, había una guerra afuera!

Ya rondaba los cuarenta y tantos cuando, hace años, los sentimientos de mi juventud me abrumaron brutalmente en el casco antiguo de Düsseldorf. Una noche, esperaba a unos amigos en un quiosco, escuchando gritos y pisotones, cuando un grupo de jóvenes apareció corriendo por la esquina. Un puñetazo me impactó con fuerza en el pómulo izquierdo; la fuerza del golpe amenazó con derribarme. Caí de rodillas y pensé: «No te caigas, o morirás». Con el rabillo del ojo, vi varias caras de borrachos y emocionados, una decisión instantánea: no te resistas, sal de allí inmediatamente.