Matoneo a médicos veterinarios: un problema creciente en Colombia y México
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Recientemente, se ha dado a conocer el caso de un médico veterinario del municipio de Tultepec, en el Estado de México, quien fue asesinado por los tutores de un animal de compañía. Tanta indignación ha generado este caso que, el pasado 19 de febrero, más de 500 personas marcharon en la Ciudad de México bajo la consigna “ni un veterinario más”.
El caso de Héctor HernándezTodo inició cuando, a través de la red social Facebook, los tenedores de Mia, de raza Yorkshire terrier y con 8 años de vida, difundieron la mala experiencia que habían tenido en la clínica del médico veterinario Héctor Hernández Cañas.
Mia había acudido con su familia, ya que había ingerido un hueso y presentaba una obstrucción en el esófago. Después de la valoración médica, se sugirió la realización de una cirugía, pero los tutores tardaron tiempo en decidir si realizarla o no, lo cual empeoró la condición de salud e la mascota y empeoró su pronóstico y evolución, llevándola a la muerte por un paro cardiorrespiratorio en el posoperatorio.
La publicación realizada en el grupo de Facebook, con más de 16.000 seguidores, hablaba de que el profesional había tenido un comportamiento grosero, irresponsable y déspota hacia la mascota y sus familiares, lo cual desencadenó la muerte del animal. Dicha publicación iba acompañada de una fotografía en la que, presuntamente, se encontraba la mascota dentro de una bolsa de basura.
De inmediato, se inició el debate en la red social en la que algunas personas también se quejaban de la mala atención y falta de profesionalismo del médico veterinario, mientras que otras personas defendían su actuar. Tanta fue la difusión de los mensajes que Héctor Hernández tuvo que salir a desmentir su trabajo, el cual había venido desempeñando durante 17 años.
Luego, el médico veterinario empezó a recibir amenazas por parte de la familia de la mascota en la que no solo se le pedía la explicación de la muerte del animal, sino también se le exigía el pago de 50.000 pesos mexicanos. A los pocos días el profesional compartió imágenes y videos de un atentado con arma blanca del cual había sido víctima y, el 8 de febrero, se confirmó la muerte del médico veterinario, aunque las causas puntuales no se conocen del todo.
Matoneo a médicos veterinariosA raíz de este caso, médicos veterinarios de aproximadamente 17 estados en México salieron a las calles para exigir justicia, pedir medidas de protección para el ejercicio de su profesión y llamar la atención sobre los casos de acoso, amenazas y violencia contra ellos.
Muchas voces se sumaron a la causa, llamando la atención en que algunos veterinarios incluso han tenido que cerrar sus clínicas veterinarias, modificar sus horarios de atención o tomar algunas medidas de protección adicional, por las amenazas que han recibido.
También en Colombia, algunos médicos veterinarios referentes del gremio han salido a manifestarse e incluso la Asociación Colombiana de Médicos Veterinarios dedicados a la clínica y cirugía de pequeños animales (VEPA) se ha manifestado para “exigir respeto y garantías para el ejercicio médico veterinario, y detener el escarnio público, amenazas, abuso en redes, irrespeto y permanente riesgo para los médicos veterinarios”.
“Los propietarios de animales de compañía deben entender que los profesionales médicos veterinarios estamos comprometidos con cuidar la salud y el bienestar de todas las mascotas, pero que este es un compromiso que recae no solo sobre nuestra profesión, sino también en la responsabilidad y cuidados que tengan ellos con sus animales”, comenta el médico veterinario Alejandro Medina.
Por otra parte, Alicia Huertas, médica veterinaria, agrega que “la medicina veterinaria, al igual que la medicina humana, implica unos riesgos que los veterinarios intentamos mitigar hasta donde nos es humanamente posible. Ningún profesional quiere ver morir a su paciente y ver sufrir a las familias, ya que hace parte de nuestra ética y profesionalismo”.
En Colombia también existen casos de acoso a través de redes sociales y también en persona, en los que se culpa a los médicos veterinarios de una mala práctica o la muerte de las mascotas. Estos casos han desencadenado amenazas, agresiones a los médicos veterinarios, sus equipos y sus familias, y también daño en las clínicas y consultorios.
“Lamentablemente en Colombia las autoridades no actúan de manera oportuna e incluso algunos medios de comunicación se prestan para difundir mensajes de odio sin tener una debida investigación, lo que ha llevado a que muchos veterinarios dejen de ejercer o se vayan del país por culpa de las amenazas”, agrega Alicia Huertas.
El llamado que se hace por parte de los médicos veterinarios y las agremiaciones que los convocan es a denunciar cualquier caso de acoso o agresión, así sea a través de redes sociales, y a pedir el apoyo de las autoridades en defensa de la profesión. Además, también se enfatiza en que “las personas deben tener en cuenta que los veterinarios no somos superhéroes e intentamos hacer todo lo que sea posible para salvar la vida de las mascotas, pero este es un trabajo que también debe comprometer a las familias de los perros y los gatos”, menciona Alejandro Medina.
GABRIEL GARCÍA - PARA EL TIEMPO
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