Ariane-6: Lanzamiento exitoso del satélite Sentinel-1D para el monitoreo ambiental, como parte del programa Copernicus.

El lanzador pesado europeo Ariane-6 despegó el martes por la noche, 4 de noviembre, del centro espacial de Kourou en la Guayana Francesa, llevando un nuevo satélite para el monitoreo ambiental, observó en el lugar un corresponsal de Agence France-Presse (AFP).
El lanzamiento tuvo lugar a las 18:02 hora local (22:02 hora de París), seguido de la separación del lanzador y el satélite, 33 minutos y 51 segundos después del lanzamiento.
Este es el primer paso para colocar este satélite, que pesa más de dos toneladas, en una órbita heliosíncrona a una altitud de 693 km. Este tipo de órbita permite que la nave espacial pase cerca de los polos y sobrevuele todos los puntos de la Tierra a la misma hora solar, lo que facilita la comparación de imágenes a lo largo del tiempo.
Esta misión es el tercer vuelo comercial del Ariane 6 desde su entrada en servicio el año pasado. El nuevo lanzador europeo de carga pesada realizó su vuelo inaugural en julio de 2024, marcando el regreso de Europa al acceso independiente al espacio, a pesar del fallo en la reentrada atmosférica de la etapa superior al final de la misión. Posteriormente, el cohete europeo realizó dos vuelos comerciales este año: el 6 de marzo con un satélite militar y el 13 de agosto con una estación meteorológica.
Adquisición de imágenes, incluso a través de las nubesEn esta ocasión, el cohete transporta el satélite Sentinel-1D, fabricado por Thales Alenia Space, como parte del programa Copernicus, el componente de observación de la Tierra del programa espacial de la Unión Europea.
Incluye un avanzado instrumento de radar que le permite obtener imágenes de la superficie terrestre independientemente de las condiciones meteorológicas, incluso a través de las nubes. Por lo tanto, podrá transmitir datos de observación de la Tierra en cualquier momento del día o de la noche.
Proporcionará datos esenciales y valiosos a científicos, autoridades e instituciones de todo el mundo para monitorear los cambios en el hielo marino, los icebergs y los glaciares, y para detectar derrames de petróleo, deforestación y los efectos del cambio climático, como inundaciones, deslizamientos de tierra, etc.
La vida útil prevista del Sentinel-1D es de siete años y medio. Está previsto que se una al Sentinel-1C, lanzado en diciembre de 2024, y reemplace al Sentinel-1A, lanzado en 2014 y próximo al final de su vida útil.
Se prevé que al menos un cuarto del vuelo comercial del Ariane 6 se realice antes de que finalice el año. A mediados de septiembre, Arianespace revisó a la baja su previsión de lanzamientos comerciales del Ariane 6 para 2025, de cinco a cuatro, pero prometió prácticamente duplicar esa cifra en 2026. Con estos lanzamientos, Europa ha recuperado su autonomía en el acceso al espacio, algo crucial en el contexto geopolítico actual.
Le Monde con AFP
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