Internet, GPS, inteligencia artificial: ¿qué están haciendo realmente con nuestra memoria?

El uso de internet, y más aún el de las herramientas de inteligencia artificial, suscita serias preocupaciones. ¿Acabará todo esto perjudicando nuestras capacidades cognitivas y nuestra memoria? La revista británica Nature arroja luz sobre este apasionado debate.
Durante nueve años, Adrian Ward recorrió las calles de Austin, Texas, sin ningún problema. En noviembre pasado, empezó a perderse. Su teléfono fallaba y su aplicación de GPS no funcionaba. De repente, Adrian Ward ni siquiera sabía cómo llegar a casa de sus mejores amigos, y fue entonces cuando se dio cuenta de su dependencia de la tecnología. "Encendía el GPS sin pensarlo y simplemente seguía sus instrucciones", recuerda.
Su desgracia refleja una queja generalizada: que internet está erosionando nuestra memoria. Este temor ha surgido regularmente en encuestas durante varios años, y una empresa de software incluso acuñó el término "amnesia digital" para describir la incapacidad de retener información cuando sabemos que un dispositivo digital la ha memorizado por nosotros. El año pasado, la palabra del año de Oxford University Press fue "podredumbre cerebral", el deterioro del estado psicológico y la capacidad intelectual causado por el consumo excesivo de contenido en línea que aturde la mente.
"Escuchamos todo tipo de predicciones alarmistas sobre la amnesia digital y el hecho de que vamos a perder la memoria porque ya no la usamos", dice Daniel Schacter, especialista en memoria de la Universidad de Harvard en Estados Unidos.
En realidad, varios estudios presentan un panorama más complejo. Es cierto que algunos experimentos parecen indicar una alteración, o al menos una modificación, del rendimiento cognitivo en el aprendizaje y la memoria. Los usuarios habituales de GPS, por ejemplo, pueden tener más dificultades para recordar direcciones. De igual manera, la capacidad de buscar información en Google nos lleva a sobreestimar nuestros conocimientos, según el trabajo de Adrian Ward, psicólogo de la Universidad de Texas.
Sin embargo, no existen datos que puedan confirmar definitivamente la existencia de un efecto perjudicial generalizado de internet y las tecnologías digitales sobre la memoria, argumenta un sector de la comunidad científica. Afirmaciones como «Google nos está volviendo estúpidos» son «exageradas», argumenta Elizabeth Marsh, investigadora de la memoria en la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.
Sin embargo, la revolución tecnológica de la inteligencia artificial (IA) plantea muchas preguntas. Los grandes modelos de lenguaje (LLM), que impulsan chatbots como ChatGPT, se están infiltrando rápidamente en los motores de búsqueda y otro software, y, por lo tanto, en la vida cotidiana de la mayoría de nosotros. No obstante, estas herramientas podrían tener un impacto más profundo en el aprendizaje y la memoria que los motores de búsqueda tradicionales. Elizabeth Marsh explica:
“ChatGPT nos ha llevado a una nueva dimensión tecnológica; no es lo mismo que simplemente escribir ‘cuál es la capital de Madagascar’ en Google”.
Parte de la comunidad científica cree que los chatbots, y las herramientas de IA en general, podrían provocar pereza intelectual o incluso hacer que integremos recuerdos falsos particularmente realistas. Algunos usuarios de internet ya utilizan la IA generativa para crear avatares de sus seres queridos fallecidos y mantener conversaciones con ellos, inventadas por la máquina desde cero. «Es una forma de recrear un pasado que nunca existió», señala Andrew Hoskins, especialista en IA y memoria de la Universidad de Edimburgo.
Llevamos siglos utilizando herramientas técnicas y tecnológicas (imprentas, cámaras, videocámaras) para mejorar nuestra memoria. Pero la idea de que internet nos está consumiendo el cerebro ha cobrado fuerza desde un estudio de 2011 dirigido por Betsy Sparrow , psicóloga de la Universidad de Columbia en Nueva York. La primera prueba de esta investigación reveló que, ante preguntas difíciles, los sujetos pensaban instintivamente en internet y las computadoras, como si estuvieran ansiosos por encontrar las respuestas.
Las siguientes pruebas demostraron que a los participantes les gustó
Courrier International