Congreso Mundial del Cáncer en Chicago: «Estamos asistiendo a una revolución», según el profesor Italiano del Instituto Bergonié de Burdeos

En menos de cinco años, los tratamientos contra el cáncer serán más eficaces, más fiables y menos invasivos. Estas son las promesas del Congreso Mundial del Cáncer que acaba de concluir en Chicago. Una actualización del profesor Italiano, oncólogo del Instituto Bergonié de Burdeos.
La mayor conferencia mundial sobre cáncer se celebra cada año en Chicago, lo que brinda la oportunidad de evaluar los avances científicos en su tratamiento. Unos 30.000 oncólogos, médicos e investigadores de todo el mundo acuden a esta 61.ª reunión, donde la excelencia responde al creciente número de pacientes con cáncer en todo el mundo. Una de cada cinco personas desarrolla la enfermedad en algún momento de su vida. Para 2050, se prevé que la carga aumente significativamente debido al envejecimiento de la población (el cáncer es fundamentalmente una enfermedad de la vejez), pero también a factores de exposición como el tabaco, el alcohol, la contaminación, la mala alimentación, etc. El profesor Antoine Italiano, oncólogo, investigador y jefe del departamento médico del Instituto Bergonié de Burdeos, estuvo en Chicago. Lo entrevistamos.
¿Cómo describiría el tono de esta 61ª edición del congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (Asco) en Chicago?
En los últimos cinco años, hemos presenciado una revolución constante. Esta edición estuvo repleta de innovaciones terapéuticas, todas las cuales tendrán un impacto clínico directo en los pacientes. Esto refleja un gran avance en nuevos tratamientos. Hace tan solo diez años, finalizábamos el congreso con uno o dos tratamientos innovadores en mente. Hoy, hay docenas.
¿Cómo explica esta plétora de nuevos tratamientos? ¿Qué fenómeno impulsa la investigación?
La principal razón de esta proliferación de innovaciones son los avances tecnológicos y las nuevas herramientas a nuestra disposición, en particular la inteligencia artificial (IA), que genera datos en análisis con gran rapidez. Todo esto conduce a una mejor comprensión de la biología del cáncer.
"Estamos viendo un gran avance en una nueva clase de tratamientos: los anticuerpos conjugados".
¿Puede describir un avance con el que los pacientes de hoy pueden contar?
En primer lugar, estamos presenciando un gran avance en una nueva clase de tratamientos: los anticuerpos conjugados . Estos anticuerpos administrarán la quimioterapia a las células tumorales de forma muy precisa y dirigida. Los resultados son prometedores; la terapia es más eficaz y tiene muchos menos efectos secundarios para el paciente, ya que la quimioterapia inyectada no se extiende al resto del cuerpo. Los resultados de casos específicos se presentaron en el congreso; demuestran esta mayor eficacia y la reducción de los efectos secundarios, con una mejor calidad de vida para los pacientes y una mayor tolerancia al tratamiento. Por el momento, solo se ven afectados los cánceres de mama y pulmón; este tratamiento se generalizará a otros tipos de cáncer y sustituirá muy rápidamente los protocolos actuales. En tan solo tres años, estarán disponibles, una vez validados por la Agencia Europea de Medicamentos y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
¿Qué pasa con la inmunoterapia, que ya se incluye en los tratamientos actuales? ¿Estamos avanzando hacia un acceso generalizado a este tipo de tratamiento?
En efecto. Estamos presenciando el desarrollo de nuevas inmunoterapias para tratar tumores que antes no eran elegibles . Los datos presentados en Asco se refieren al cáncer colorrectal y de páncreas, con resultados ciertamente incipientes, pero prometedores. La inmunoterapia ampliará su campo de especialización.
En Bergonié, el estudio Umbrella permitirá detectar ADN en pacientes tratados por cáncer de páncreas, colon, pulmón o sarcoma.
Se ha hablado de otra innovación destacada, relacionada con la llamada medicina de precisión. ¿Podría explicárnosla?
Sí, esta es una de las principales novedades de esta conferencia, donde se presentó un estudio del ADN tumoral circulante. Se basa en el principio de que las células cancerosas liberan ADN en la sangre. Ahora, una herramienta puede detectar este ADN, lo que ayudará a anticipar las recurrencias de ciertos cánceres y a limitar las recaídas. Esto funciona con un simple análisis de sangre, mientras que antes utilizábamos múltiples exámenes radiológicos, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para monitorear al paciente después de la remisión. Para cuando descubríamos una imagen anormal, ya era un poco tarde.
¿Los pacientes del Instituto Bergonié podrán realizarse este análisis de sangre?
Sí, porque estamos lanzando el estudio Umbrella, que detectará ADN tumoral en pacientes tratados por cáncer de páncreas, colon, pulmón o sarcoma. Este estudio está abierto a 700 voluntarios al final del tratamiento, quienes se beneficiarán de este análisis de sangre.
¿Qué pasa si el análisis de sangre es positivo y revela la presencia de ADN de células cancerosas?
Estamos en el campo de la prevención: si el resultado es positivo, los pacientes tendrán derecho a un tratamiento de inmunoterapia durante un año, que, se espera, pueda prevenir una recaída.
SudOuest