Se espera que los informes de inflación importantes de esta semana muestren que los precios siguen en aumento.
Se espera que los informes clave de inflación de esta semana muestren que los precios se aceleraron nuevamente en agosto, aunque no de una manera que impida que la Reserva Federal reduzca su tasa de interés de referencia en una reunión la próxima semana.
La Oficina de Estadísticas Laborales tiene previsto publicar el índice de precios al productor de agosto el miércoles, seguido por el índice de precios al consumidor, que será observado con más atención, al día siguiente.
Los economistas esperan que los informes muestren aumentos mensuales de 0,3% en todos los ámbitos, incluidos los índices generales de todos los artículos, así como las lecturas básicas críticas que excluyen los precios volátiles de los alimentos y la energía, según Dow Jones.
De ser así, la tasa general anual del IPC se situaría en el 2,9%, su nivel más alto desde enero, alejándose del objetivo del 2% de la Fed y subiendo 0,2 puntos porcentuales con respecto a julio. A primera vista, esto parecería disuadir a la Fed de flexibilizar su política monetaria en su reunión de la próxima semana.
Sin embargo, dos factores influirán: primero, se prevé que la lectura subyacente se mantenga sin cambios en el 3,1 %. Segundo, se espera que el aumento de la inflación provenga principalmente de bienes sensibles a los aranceles, en lugar de los precios de los servicios, que afectan a una parte mucho mayor de la economía estadounidense de 30 billones de dólares.
Si estas tendencias se hacen evidentes en el informe, se espera que las autoridades de los bancos centrales ignoren el aumento y centren su atención en el mercado laboral, cada vez más débil, que podría beneficiarse de un impulso de tasas más bajas. Por ahora, los funcionarios de la Fed consideran principalmente los aranceles como aumentos puntuales de precios que probablemente no provoquen una inflación duradera.
"En conjunto, la situación sigue siendo más favorable de lo que la Fed desearía", declaró James Knightley, economista jefe internacional de ING. "Estudiarán el panorama general. Estados Unidos es una economía predominantemente del sector servicios".
Sin duda, es probable que los aranceles del presidente Donald Trump se reflejen aún más en el panorama de la inflación en forma de aumentos de precios en artículos como automóviles, muebles y ropa, entre otros.
Sin embargo, "además de los efectos arancelarios, esperamos que la inflación de tendencia subyacente caiga aún más, lo que refleja la disminución de las contribuciones de los mercados de alquiler de viviendas y de trabajo", dijeron los economistas de Goldman Sachs en una nota.
Pero esto es un arma de doble filo para la economía, ya que los consumidores sienten el impacto de la caída de los valores de las viviendas y de los salarios que no aumentan tan rápidamente, lo que proporciona otro incentivo para recortar las tasas de interés.
"Cuando se da esa combinación de preocupaciones sobre los precios, los ingresos y la riqueza, la conjunción de esos tres factores resulta bastante perjudicial para el crecimiento", afirmó Knightley. "Eso está empezando a hacer que la Reserva Federal sea más cautelosa sobre el rumbo que estamos tomando".
Los precios al productor, que se publicarán antes del IPC, se consideran un indicador de la presión sobre los ductos. A pesar de un aumento del 0,9 % en julio, se espera que el incremento se modere en agosto.
cnbc