Actualización sobre la erupción del Monte Etna: expertos explican múltiples riesgos para la salud

El Etna, en la costa siciliana, sufrió hoy una dramática erupción. El incidente provocó una columna de humo que se elevaba hacia el cielo mientras los espectadores huían.
La llamada erupción estromboliana provocó una explosión moderada con un contenido moderado de gases, según las autoridades. Sin embargo, este tipo de erupciones volcánicas pueden suponer un grave riesgo para la salud de las personas de las zonas circundantes al liberar gases ácidos y cenizas a la atmósfera.
La Red Internacional de Riesgos Volcánicos para la Salud señala que la exposición a gases volcánicos puede tener diversos efectos, según su concentración y el tiempo de exposición. Esto puede incluir asfixia y la muerte si el CO₂ o el H₂S están suficientemente concentrados. También se emite radón con frecuencia, que no suele causar síntomas, pero la exposición prolongada puede causar cáncer de pulmón. El SO₂ es otra sustancia química presente en los gases volcánicos y, en concentraciones suficientemente altas, puede causar náuseas, vómitos o incluso edema pulmonar.
La ceniza volcánica también puede provocar una serie de problemas para las personas que se encuentran en los alrededores cercanos después de una erupción, ya que estas partículas pueden ser tan finas que es posible que ni siquiera notes que las estás inhalando.
En el sistema respiratorio, la ceniza puede causar irritación y secreción en la garganta y la nariz. También puede provocar tos seca o dificultar la respiración.
Las personas con asma o bronquitis pueden experimentar síntomas exacerbados, como tos persistente, producción de esputo, dificultad para respirar y sibilancia.
La exposición prolongada a altos niveles de ciertos elementos, como la sílice cristalina, puede provocar enfermedades pulmonares graves.
Las partículas de ceniza pueden causar rasguños dolorosos en la córnea y conjuntivitis, una inflamación del saco conjuntival que rodea el globo ocular. Los síntomas pueden incluir picazón e irritación ocular, lagrimeo excesivo o secreción pegajosa.
Algunas personas también pueden experimentar fotosensibilidad, enrojecimiento y sensación de ardor en los ojos debido a la exposición a la ceniza.
Se aconseja a quienes usan lentes de contacto que eviten usarlos para evitar daños adicionales.
Si la ceniza ácida entra en contacto con la piel, puede causar irritación, enrojecimiento y picazón. Rascarse estas zonas irritadas puede provocar infecciones secundarias.
El IVHHN recomienda mantenerse hidratado, permanecer en interiores y limitar la actividad física intensa si se encuentra cerca de una erupción volcánica. Podría ser necesario el uso de aerosoles nasales o gotas oftálmicas.
Usar una máscara, gafas protectoras y cubrirse la piel puede ayudar a evitar que la ceniza cause irritación.
Daily Express