En el Museo de Taranto, los más pequeños cuentan las maravillas del arte

Mil visitantes en dos días, centenares de familias, turistas curiosos, grupos escolares, profesores, curiosos y apasionados: «ArcheoBimbi 2025» fue un gran éxito de público y de contenidos. Ayer y anteayer, las salas del Museo Arqueológico Nacional de Taranto cobraron vida como nunca antes, transformándose en un escenario de energía, conocimiento y creatividad, gracias a la implicación directa de más de 280 niños y jóvenes de las escuelas "Tempesta" y "Volta" de la capital jónica.
Un rico programa, que incluye talleres, conciertos, visitas guiadas en cuatro idiomas y experiencias de inmersión en escape rooms de temática arqueológica, convenció a adultos y niños por igual. Fue un fin de semana dedicado no sólo al disfrute del patrimonio, sino sobre todo a su resignificación de forma educativa y participativa. "Es una de las inversiones de futuro más importantes que la cultura puede hacer", declaró con convicción la directora del MArTA, Stella Falzone, quien deseó y apoyó fuertemente la adhesión del museo al Pacto Educativo Comunitario promovido por el Instituto "Volta", líder del proyecto. "Hacemos protagonistas a los jóvenes, dándoles las claves de protección y valorización, abriendo el museo a la innovación, a la modernidad, pero sobre todo a sus energías", añadió Falzone.
Los protagonistas absolutos fueron los propios alumnos: los niños de cuarto y quinto curso de la escuela primaria «Tempesta» y los niños de primero y segundo curso de la escuela secundaria «Volta». Preparados con semanas de formación interdisciplinaria, acompañaron al público en visitas guiadas realizadas en italiano, inglés, francés y español, ilustrando con maestría las exposiciones y obras expuestas, contando historias, anécdotas y contextos. “Una oportunidad única para valorizar el museo como lugar de aprendizaje activo –explicó la directora del colegio, Teresa Gargiulo– y promover el protagonismo de los jóvenes en la difusión de la cultura”.
El proyecto también incluyó momentos de juego y performance, con el uso de visores VR para pequeñas salas de escape virtuales dedicadas a temas arqueológicos, e interludios musicales, comisariados por el Instituto Volta (donde se estudia piano, guitarra, flauta, violín y percusión) con la creación de bandas sonoras vibrantes entre las vitrinas y los hallazgos, proporcionando una experiencia multisensorial.
La Gazzetta del Mezzogiorno