El precio de la naranja sube en Italia: ¿qué hay detrás?

El aumento del precio de las naranjas en el último período, si se observa con atención, arroja luz sobre una compleja red de problemas vinculados al mundo agrícola pero también a acontecimientos climáticos, económicos y geopolíticos que contribuyen a determinar el valor final del producto.
Para comprender mejor lo sucedido, los datos aportados por ISMEA en el informe “Citrus Trends – 1/2025” publicado en mayo de 2025 nos ayudan a comprender lo ocurrido, revelando una serie de dinámicas que atañen tanto a la producción nacional como al contexto internacional .
¿Qué tiene que ver la caída de la producción de naranja?A nivel mundial, la campaña citrícola 2024/25 registró una producción mundial estimada de 45,2 millones de toneladas, un 1,5 % menos que la temporada anterior. Esta desaceleración, aunque moderada, se debe principalmente a la reducción de las cosechas en países clave como Estados Unidos, Egipto y Turquía. A pesar de que Brasil, el principal productor mundial, registró un aumento de la producción, el balance general sigue siendo negativo.
En Europa, la tendencia es similar: la Unión Europea ha perdido cerca de 70 mil toneladas de producción respecto al año anterior. Esta contracción, sumada a la creciente demanda y al aumento de los precios de numerosas materias primas y servicios logísticos, ha contribuido a mantener altos los precios internacionales, tanto de las exportaciones como de las importaciones.
El caso de las naranjas italianasEn cuanto a Italia, la situación es aún más delicada. Nuestro país, tradicionalmente uno de los líderes europeos en producción de cítricos , ha registrado una disminución del 3% en la superficie de producción durante el último año. Una cifra que, si no se contrarresta con nuevas políticas de apoyo al sector, podría volverse estructural.
Además, la campaña 2024/25 comenzó aproximadamente dos semanas más tarde que los calendarios normales, debido a condiciones climáticas desfavorables y eventos climáticos extremos que afectaron negativamente la maduración de la fruta.
¿El resultado? Naranjas inicialmente de tamaño mediano-pequeño y con poca pigmentación en la piel, menos atractivas tanto para el mercado nacional como para el extranjero. Solo más adelante en la campaña, las cualidades organolépticas volvieron a ser satisfactorias, alcanzando algunos lotes la excelencia.
En este escenario de producción no óptimo, los precios en origen han aumentado lógicamente en comparación con la campaña anterior y la media de los últimos años. Sin embargo, la diferencia con la campaña 2023/24 se ha reducido con el paso de las semanas, debido a una demanda menos dinámica de la industria transformadora, que ha ralentizado el ritmo de ventas, con repercusiones en las listas de precios.
Cabe señalar, de hecho, que el sector industrial desempeña un papel importante en la sostenibilidad del sector: si la transformación se ralentiza, todo el mecanismo comercial se vuelve rígido. Los productores tienden a aferrarse al producto a la espera de mejores condiciones, o se ven obligados a ceder ante condiciones menos ventajosas.
Las exportaciones se disparan, las importaciones caenUn dato interesante proviene del comercio exterior: en el primer trimestre de la campaña actual, las exportaciones de naranjas italianas aumentaron un 19 % en comparación con la media de los últimos tres años, lo que confirma el creciente atractivo del producto «Hecho en Italia» en los mercados internacionales. Esto ha contribuido a reducir aún más la oferta disponible en el mercado nacional, impulsando aún más los precios al alza.
Al mismo tiempo, las importaciones han disminuido , lo cual es otro factor determinante. La menor cantidad de naranjas importadas implica una menor posibilidad de controlar los precios internos con productos extranjeros, lo que en algunos años actúa como una válvula de escape para el mercado.
En cuanto al consumo interno, la situación se mantiene relativamente estable en cuanto a volúmenes de compra, al menos entre octubre de 2024 y febrero de 2025. Sin embargo, el aumento del precio medio de venta (+2,5%) ha provocado un crecimiento del 2% en el gasto de las familias italianas en comparación con el mismo período del año anterior. Estos datos indican que, al menos hasta el momento, no se ha observado una disminución de la demanda interna, pero la estabilidad del consumo se ve puesta a prueba por las listas de precios, que no muestran indicios de descenso.
En otras palabras: los italianos compran la misma cantidad de naranjas, pero pagan más .
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