La feliz globalización de la Unión Europea


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Editoriales
El nuevo pacto de libre comercio con Indonesia reducirá drásticamente los aranceles e impulsará las exportaciones de la UE. El plan busca contrarrestar el proteccionismo global, centrándose en mercados emergentes como India, Filipinas y los países del CPTP para construir una nueva globalización liderada por Europa.
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Ursula von der Leyen ha sido ampliamente criticada por aceptar un acuerdo que penalizaría a la Unión Europea en las negociaciones arancelarias con Donald Trump. Sin embargo, la presidenta de la Comisión añadió ayer otro elemento a su estrategia para diversificar las relaciones comerciales . En Indonesia, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, y el ministro de Economía, Airlangga Hartarto, anunciaron la conclusión de un acuerdo de libre comercio con esta potencia emergente del sudeste asiático. El nombre oficial es "Acuerdo de Asociación Económica Integral UE-Indonesia" (CEPA), y supondrá un "punto de inflexión para nuestras economías", afirmó Sefcovic. Tras el acuerdo con Mercosur y el acuerdo revisado con México, otra economía en rápida expansión se une a la vasta red de acuerdos comerciales que von der Leyen pretende crear para que los exportadores europeos puedan encontrar nuevos mercados y compensar las pérdidas derivadas de los aranceles de Trump.
Indonesia es un mercado de 286 millones de personas con un crecimiento económico cercano al 5 %. Es la mayor economía de la ASEAN, pero solo el quinto socio comercial de la UE en la región. En 2024, el comercio superó los 27 000 millones de euros. Los aranceles indonesios dejan un enorme potencial sin explotar, explicó Sefcovic. Los aranceles sobre los automóviles, actualmente del 50 % (más las barreras no arancelarias), se eliminarán gradualmente a lo largo de cinco años. Lo mismo ocurre con los productos químicos (25 %), la maquinaria y los productos farmacéuticos (15 %). Otro sector positivo es el agroalimentario. «El acuerdo ofrecerá a los agricultores de la UE mayores oportunidades para vender sus productos en Indonesia, gracias a la eliminación de aranceles sobre exportaciones europeas clave, como productos lácteos, carne, frutas y verduras, y una amplia gama de alimentos procesados», declaró la Comisión. Por ejemplo, se eliminará el arancel del 20 % sobre las cebollas europeas. En total, el acuerdo de libre comercio eliminará el 98,5 % de los aranceles indonesios. Según estimaciones de la Comisión, los exportadores europeos ahorrarán 600 millones de euros. El CEPA también incluye un acuerdo de inversión que debería abrir el mercado de servicios de tecnología de la información y telecomunicaciones y mejorar las condiciones para que los inversores europeos accedan a las materias primas necesarias para las transiciones digital y climática.
En la era de Trump y una China cada vez más agresiva, la Comisión intenta recrear una versión europea de una globalización feliz. El próximo gran país que se espera que se una a la red es India. Von der Leyen ha optado por ignorar las compras de petróleo ruso, confirmando así el objetivo de concluir un acuerdo de libre comercio para finales de año. Con sus 1.500 millones de habitantes y un crecimiento superior al 6 %, India sigue siendo un mercado cerrado. El potencial para la UE es enorme. La estrategia de diversificación de la Comisión incluye tres acuerdos que podrían concluirse durante el próximo año: Filipinas (115 millones de habitantes), Malasia (35 millones de habitantes) y los Emiratos Árabes Unidos (10 millones de habitantes). Todos ellos tienen poblaciones en rápido crecimiento y un sólido crecimiento económico. Otro proyecto interesante para contrarrestar el neoproteccionismo estadounidense y el neomercantilismo chino es la alianza entre la UE y el CPTPP, el acuerdo comercial de la Cuenca del Pacífico (Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, al que se unió el Reino Unido tras el Brexit). Estos son los huérfanos del Acuerdo Transpacífico (TPP), promovido por Barack Obama como una forma de contener a China, pero abandonado por Trump. Se espera que las negociaciones comiencen en las próximas semanas. Demostrar al mundo que el libre comercio basado en reglas funciona es una buena respuesta a Trump y Xi Jinping.
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