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Muchos años hablando del 2025 y ya hemos llegado a la mitad. Había quienes consideraban que los avances tecnológicos llevarían a eliminar muchos empleos, la gente se pasaría a comprar por internet, las mejoras tecnológicas llevarían a sustituir personas por máquinas, ordenadores o robots; los avances en países como China estimularían su economía y los llevarían a convertirse en la primera economía del mundo.
Lo que no se analizó fue el impacto que tendrían los líderes políticos en los cambios económicos del mundo. Ya teníamos líderes como Trump en América y Xi Jinping en China desde hacía bastantes años.
El presidente de Estados Unidos ,Donald Trump, con su homólogo chino Xi Jinping
Kevin Lamarque / Reuters¿Qué estamos viendo? Pues que China sigue avanzando muy bien pero Europa y Estados Unidos tienen avances pequeñitos y llenos de incertidumbre. Ya lo he dicho otras veces: he tenido ocasión, gracias al prestigio de la escuela de dirección de empresas que fundé en China, CEIBS, de tener varias reuniones con Xi Jinping. Hemos hablado del avance de China y siempre me han sorprendido sus objetivos concretos de crecimiento por zonas del país, mejorando las zonas más pobres, estimulando la inversión de empresas.
Vemos que EE.UU., con Trump, va claramente contra China, impidiéndole invertir allí. Además ahora no solo los jóvenes chinos sino todos los jóvenes internacionales tienen problemas para ir a estudiar a EE.UU.
En Harvard no hay ninguna actitud opuesta a China ni a otros países de Asia, África, Latinoamérica o Europa. De vez en cuando he de dar alguna clase o conferencia que me pide un colega de Harvard sugiriéndome que incluya a China de alguna forma. Hemos hecho muchos programas de Harvard con el IESE y CEIBS para empresarios chinos, una semana en Shanghái, dos meses después una semana en Barcelona, y dos meses después la última semana del programa en Boston.
Sería bueno que Europa estableciera una buena relación con ChinaEn China hay una gran satisfacción con su Gobierno. Todo el mundo valora muy bien a su presidente y considera que ha hecho un excelente trabajo, reduciendo la pobreza y consiguiendo que prácticamente en todo el país el desempleo haya desaparecido. En el campo político, Xi Jinping ha establecido buenas relaciones en todo el entorno internacional de China.
Lo que nos iría bien en nuestros gobiernos sería una buena coordinación. Tengo ocasión de hablar con algunos altos cargos chinos que fueron alumnos en mi escuela y no entienden muchas de las visitas que llegan de España. No entienden que haya presidentes de distintas zonas del país que ellos ven asociados a ciudades (Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, etc.) que les proponen proyectos y relaciones con su zona y algunos no ven nada bien otras zonas. Para el gobierno chino Europa es interesante pero es muy complicada por la gran cantidad de países y las complicaciones de algunos. EE.UU. es también interesante pero mientras esté Trump será difícil tener acuerdos. Estamos viviendo un momento favorable a Europa y sería bueno establecer una buena y poco complicada relación con China.
lavanguardia