Riqueza democrática, riqueza energética

Estamos a pocos días de unas nuevas elecciones legislativas que esperamos que abran una nueva ventana de oportunidades para la formación de un gobierno con ambición y capacidad para resolver muchos de los problemas que los portugueses siguen afrontando: mejorar la salud, la educación, la seguridad y combatir la pobreza energética.
Considerando que el objetivo último de la acción de cualquier gobierno debe ser mejorar el bienestar de sus ciudadanos, es fundamental abordar las cuestiones relativas a sus condiciones de salud, ya que éstas están íntimamente ligadas al confort y habitabilidad requeridos en sus viviendas. Por ello, es fundamental profundizar en el debate sobre las condiciones de acceso a la vivienda, junto con la necesaria mejora de las condiciones de confort (térmico y acústico) y de la calidad del aire interior en la mayoría de los hogares portugueses. La falta de estas condiciones tiene graves consecuencias para tu salud y bienestar.
Desgraciadamente, Portugal sigue siendo un país pobre energéticamente y esta pobreza, aunque se siente aún más en las familias con menores ingresos, afecta también a las familias de clase media. Así pues, formamos parte de una inmensa mayoría de portugueses silenciosos que tienen casas demasiado calurosas en verano y demasiado frías en invierno. Para estos portugueses, mantener las condiciones de confort térmico supone un coste en la factura energética no acorde con los ingresos familiares mensuales. Y el confort térmico no debe verse como algo superficial o un lujo. Como se ha demostrado en numerosos estudios, demasiado o muy poco frío en una casa, especialmente durante un período prolongado, puede provocar el empeoramiento de varias enfermedades crónicas, especialmente las respiratorias. Condiciones que representan una población con una salud más precaria y un aumento en el uso y los costos de los servicios prestados por nuestro empobrecido NHS.
El próximo gobierno heredará la misión de hacer de Portugal un país más sostenible energéticamente. Debe haber ambición y voluntad de implementar un enfoque integrado para combatir las causas estructurales de la pobreza energética: incentivos financieros y fiscales para que los portugueses puedan mejorar el aislamiento de paredes, techos, pisos y ventanas de sus casas.
Presidente de ANFAJE – Asociación Nacional de Fabricantes de Ventanas Eficientes.
sapo