El país nunca tuvo tantas empresas y consumidores con deudas vencidas

Las tasas de morosidad alcanzaron niveles históricos en Brasil: nunca hubo tantas empresas y consumidores con facturas vencidas. La situación pone de relieve los retos económicos que enfrenta el país en 2025: altas tasas de interés, presiones inflacionarias persistentes e incertidumbres en el entorno económico.

Los datos de Serasa muestran que, en abril, 76,6 millones de brasileños estaban en situación de impago, con atrasos de 90 días o más. La cifra, que corresponde al 47,1% de la población en edad de trabajar, es la más alta desde el inicio de la serie histórica, en 2016. Las deudas suman R$ 457,4 mil millones.

Las unidades de la federación con mayor proporción de morosos son Amapá (62,2% de la población en edad de trabajar), el Distrito Federal (60,5%) y Río de Janeiro (56,3%). Las principales deudas se concentran en bancos y administradores de tarjetas de crédito (28,1%), seguido de facturas básicas como agua, luz y gas (20,1%) y facturas financieras (19,3%).

La situación no se limita al número de morosos. Una investigación de la Confederación Nacional del Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC) revela que el porcentaje de familias con deudas por pagar aumentó por tercer mes consecutivo en abril, alcanzando el 77,6%, la tasa más alta desde agosto.

Un hecho que preocupa a los economistas es que las familias no sólo están en mora con las deudas, sino que permanecen en mora durante más tiempo. El porcentaje de familias que dicen no poder pagar sus deudas vencidas interrumpió una tendencia descendente de tres meses en abril, al subir al 12,4%, por encima del resultado del mismo mes de 2024.

Las familias de menores ingresos mostraron el mayor incremento de deuda y morosidad respecto al año anterior. La tarjeta sigue siendo la principal forma de crédito en la que se endeudan las familias, seguida por el creciente uso de los préstamos personales.

La tasa de interés promedio cobrada a las personas físicas alcanzó 2,56% mensual en marzo, el nivel más alto desde el segundo semestre de 2023, según datos del Banco Central. Excluyendo el crédito revolving de tarjetas de crédito, la tasa promedio alcanzó 2,18% mensual, el nivel más alto de la serie histórica iniciada en marzo de 2011.

A pesar de la disposición de algunas familias a asumir nuevas deudas, el aumento de la morosidad comienza a frenar esta tendencia y podría contribuir a la desaceleración de la actividad económica en la segunda mitad del año. Las intenciones de consumo de los hogares llevan cuatro meses cayendo, impulsadas por las altas tasas de interés y la persistente inflación, según otra encuesta del CNC.

Las pequeñas empresas son las más vulnerables al aumento de las tasas de impago

En el ámbito empresarial la situación también es crítica. Hay 7,3 millones de empresas con clasificación crediticia negativa, lo que representa el 31,9% de las registradas en el país, el número más alto desde el inicio de la serie histórica, en enero de 2016. Las deudas totales alcanzaron R$ 180 mil millones en marzo, según Serasa Experian.

Las pequeñas empresas son las más afectadas: 6,9 millones de las empresas en mora en marzo eran micro, pequeñas y medianas, acumulando aproximadamente 48 millones de deudas, totalizando alrededor de R$ 146,2 mil millones.

“Son los más afectados porque, en general, tienen menos capital de trabajo, mayor dependencia del crédito bancario y menos margen para absorber las fluctuaciones del mercado”, destaca Camila Abdelmalack, economista de Serasa Experian.

El comienzo del año 2025 no fue favorable para las pequeñas y medianas empresas. Los ingresos cayeron un 1,2% en el primer trimestre, en comparación con el mismo período de 2024, según una encuesta de Omie, una plataforma de gestión empresarial. "Hay un deterioro en la confianza empresarial", destaca el gerente de indicadores y estudios económicos, Felipe Beraldi.

El ejecutivo dice que las presiones inflacionarias y la alta tasa Selic deben seguir restringiendo el consumo y las inversiones en el país, con repercusiones en las pequeñas y medianas empresas, especialmente en los segmentos más dependientes del crédito, como industrias, comercio y construcción civil.

Una señal adicional de preocupación para las empresas viene con el aumento acumulado de 12 meses en los precios mayoristas. Según el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV Ibre), en abril fue del 9,7%, mientras que los precios al consumidor subieron un 4,64%. "La presión sobre los costos de producción tiende a trasladarse a los precios al consumidor con retraso", explica Sidney Lima, de Ouro Preto Investimentos.

Los analistas apuntan a un escenario de inflación acumulada que tendrá un alto costo en el largo plazo. “Para quienes prestan capital productivo [como los bancos], este escenario incrementa el riesgo de impago y exige mayor rigor en el análisis crediticio”, afirma Jorge Kotz, CEO de Grupo X.

Estudio indica tendencia al alza en morosidad

Un estudio realizado por el Instituto Brasileño de Ejecutivos del Comercio Minorista (Ibevar) y la FIA Business School indica una tendencia continua al alza en la morosidad. La proyección promedio de la tasa de morosidad para personas con recursos libres para mayo es de 5,8%, y podría llegar hasta 6,4% en julio.

Según FIA, esta tendencia representa una alerta para el sector minorista brasileño, ya que afecta directamente el consumo y la capacidad de pago de las familias.

Perspectivas económicas: cuándo esperar tasas de interés más bajas

La tasa Selic, referencia de los intereses que cobran las instituciones financieras, se sitúa en el 14,75% anual, el nivel más alto en 19 años. El mercado espera que las caídas recién comiencen a ocurrir a finales de 2025 o principios de 2026, lo que debería mantener la presión sobre los consumidores y las empresas hasta entonces.

Los expertos estiman que, con este escenario, la deuda debería seguir aumentando a lo largo de 2025. El CNC proyecta que el año debería acabar con las familias con significativamente más compromisos financieros -pasaría del 76,7%, a finales de 2024, al 79%) y con más deudas en mora -del 29,3% al 29,8%.