La verdad sobre los antojos de dulces

Los antojos repentinos de dulce son como una pequeña pesadilla para la mayoría. ¿Cómo superarlos? ¿Qué crees que los causa? Esta semana hablaré sobre este tema. No poder resistir los dulces no suele ser señal de falta de fuerza de voluntad, sino más bien de un desequilibrio biológico en el cuerpo. El equilibrio entre el hambre y la saciedad está regulado principalmente por las hormonas grelina y leptina. Situaciones como la falta de sueño, el estrés y las comidas irregulares aumentan los niveles de grelina y disminuyen los de leptina, lo que nos lleva a desear alimentos azucarados.
Por otro lado, la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, también desempeña un papel fundamental en los antojos de dulce. Cuando experimentamos estrés, fatiga o un estado de ánimo bajo, el cerebro nos indica que recurramos a los carbohidratos para aumentar los niveles de serotonina.
Un factor que desencadena los antojos de dulces es la falta de sueño. Dormir menos de 7 horas está directamente relacionado con un aumento de la grelina y una disminución de la leptina. El aumento de cortisol asociado al estrés también incrementa el deseo de consumir alimentos azucarados. Asimismo, una baja ingesta de proteínas y fibra suprime las hormonas de la saciedad, lo que provoca fluctuaciones repentinas del hambre. El ayuno prolongado, saltarse comidas, el sedentarismo y el consumo de alcohol también contribuyen a los antojos de dulces.
Cuando comemos dulces, el sistema de dopamina crea una sensación temporal de recompensa, pero cuando el azúcar en sangre baja rápidamente, esta sensación desaparece y el cerebro busca experimentar esa misma satisfacción de nuevo. Así comienza el círculo vicioso del antojo de dulce. Entonces, ¿cómo podemos romper este círculo? En primer lugar, una dieta equilibrada es una de las opciones más importantes para prevenir los antojos de dulce. Empezar el día con un desayuno rico en proteínas reducirá tus antojos durante el día. Los huevos, el yogur, el requesón o los cereales integrales aumentarán las hormonas de la saciedad. Como mencioné antes, los alimentos ricos en fibra (verduras, legumbres, cereales integrales) ayudan a equilibrar el azúcar en sangre y a prevenir los repentinos ataques de hambre. Por lo tanto, asegúrate de incluir fuentes de proteínas de alta calidad y alimentos ricos en fibra en tu dieta. No te saltes los tentempiés; esto evitará los picos de azúcar causados por el hambre prolongada. Como siempre digo, dormir lo suficiente es tan importante como la nutrición, ya que la falta de sueño desencadena antojos de dulce debido al aumento de la grelina. Y, por supuesto, el manejo del estrés. La mayoría de los antojos de dulce están relacionados con la alimentación emocional. Caminatas cortas, ejercicios de respiración o técnicas de atención plena pueden reducir el deseo de dulce al disminuir los niveles de cortisol.
La clave para controlar las ansias de dulce no es eliminar el azúcar por completo, sino restablecer el equilibrio del organismo. Una dieta rica en proteínas y fibra, basada en comidas regulares, combinada con un sueño reparador y el manejo del estrés, reducirá de forma natural las ansias de dulce.
Dietista Ece EYYUPOĞLU \ Timeturk
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