Carney frena importaciones de acero para apuntalar industria duramente afectada por aranceles de Trump

El primer ministro Mark Carney anunció el jueves nuevas medidas para ayudar a estabilizar los sectores de acero y aluminio de Canadá, que se han visto duramente afectados por los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump, con exportaciones en descenso y pérdidas de empleos en aumento.

El nuevo programa federal incluye una cuota para el acero extranjero y un aumento de impuestos propuesto a las importaciones estadounidenses si Canadá y Estados Unidos no pueden llegar a un acuerdo comercial en el plazo de un mes.

Carney dijo que los aranceles contrarrendados de Canadá a los productos de acero y aluminio estadounidenses subirán (o bajarán, dependiendo de las negociaciones con Trump) el 21 de julio.

Trump aumentó la tasa arancelaria estadounidense sobre el acero y el aluminio del 25 por ciento al 50 por ciento a principios de este mes y Carney, en ese momento, se abstuvo de igualar ese aumento de la tasa dado que las conversaciones están en curso para liberar a Canadá de los aranceles de Trump.

En la cumbre del G7 celebrada esta semana en Alberta, ambos líderes acordaron intentar alcanzar algún tipo de acuerdo comercial en un plazo de 30 días . Con el anuncio de hoy, Carney indica que está dispuesto a aumentar los aranceles de represalia de Canadá si no se llega a un acuerdo.

Carney dijo que está estableciendo un nuevo "cupo arancelario", como se lo llama en la jerga comercial, lo que significa que se permitirán algunas importaciones de acero extranjero, pero todo lo que supere ese límite se verá afectado con un arancel alto, lo que las hará más caras.

El objetivo de esta medida es hacer que el acero canadiense sea más competitivo y apuntalar una industria que ha perdido gran parte de su negocio en Estados Unidos en medio de los aranceles punitivos de Trump.

El programa está diseñado para inducir a las empresas canadienses a utilizar acero nacional haciendo que las importaciones extranjeras tengan un precio prohibitivo.

"Debemos reforzar nuestra fuerza en casa y proteger a los trabajadores y las empresas canadienses de los injustos aranceles estadounidenses que existen actualmente", dijo Carney a los periodistas en Parliament Hill.