La OMS adopta un acuerdo mundial sobre la pandemia en medio de la ausencia de EE.UU.

Los miembros de la Organización Mundial de la Salud adoptaron el martes un acuerdo destinado a mejorar la preparación para futuras pandemias tras la desarticulada respuesta mundial al COVID-19, pero la ausencia de Estados Unidos puso en duda la eficacia del tratado.
Tras tres años de negociaciones, el pacto, jurídicamente vinculante, fue adoptado por la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra. Los países miembros de la OMS celebraron su aprobación con aplausos.
El pacto fue promocionado como una victoria para los miembros de la agencia de salud mundial en un momento en que organizaciones multilaterales como la OMS se han visto afectadas por fuertes recortes en la financiación extranjera de Estados Unidos.
«El acuerdo supone una victoria para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral. Garantizará que, colectivamente, podamos proteger mejor al mundo de futuras amenazas pandémicas», afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El pacto busca garantizar el acceso global a medicamentos, terapias y vacunas cuando se produzca la próxima pandemia. Exige a los fabricantes participantes que destinen el 20 % de sus vacunas, medicamentos y pruebas a la OMS durante una pandemia para garantizar el acceso de los países más pobres.
Sin embargo, los negociadores estadounidenses abandonaron las discusiones sobre el acuerdo después de que el presidente Donald Trump comenzara un proceso de 12 meses para retirar a Estados Unidos —por lejos el mayor patrocinador financiero de la OMS— de la agencia cuando asumió el cargo en enero.
En vista de esto, Estados Unidos, que invirtió miles de millones de dólares en el desarrollo de vacunas durante la pandemia de COVID-19, no estaría sujeto al pacto. Y los estados miembros de la OMS no enfrentarían sanciones si no lo implementaran.
El secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., criticó a la Organización Mundial de la Salud en un discurso en video ante la asamblea, diciendo que no había aprendido de las lecciones de la pandemia con el nuevo acuerdo.
"Se ha redoblado la apuesta con el acuerdo sobre la pandemia, que consolidará toda la disfunción de la respuesta de la OMS a la pandemia... No vamos a participar en eso", dijo.
El Accord genera críticas mixtasEl acuerdo se alcanzó después de que Eslovaquia pidiera una votación el lunes, ya que su primer ministro, escéptico de la vacuna COVID-19, exigió que su país impugnara la adopción del acuerdo.
Ciento veinticuatro países votaron a favor, ningún país votó en contra, mientras que 11 países, entre ellos Polonia, Israel, Italia, Rusia, Eslovaquia e Irán, se abstuvieron.
Algunos expertos en salud acogieron con satisfacción el tratado como un paso hacia una mayor equidad en la salud mundial después de que las naciones más pobres se quedaran sin vacunas y diagnósticos durante la pandemia de COVID-19.
"Contiene disposiciones cruciales, especialmente en investigación y desarrollo, que, de implementarse, podrían orientar la respuesta global a la pandemia hacia una mayor equidad", dijo a Reuters Michelle Childs, directora de defensa de políticas de la iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas.
Otros dijeron que el acuerdo no cumplía con las ambiciones iniciales y que, sin marcos de implementación sólidos, corría el riesgo de no alcanzar las metas en una futura pandemia.
"Es un cascarón vacío... Es difícil decir que se trata de un tratado con una obligación firme donde existe un compromiso sólido... Es un buen punto de partida. Pero habrá que desarrollarlo", dijo Gian Luca Burci, asesor académico del Centro de Salud Global del Instituto de Posgrado de Ginebra, una organización independiente de investigación y educación.
Helen Clark, copresidenta del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante Pandemias, describió el acuerdo como una base sobre la cual construir.
"Aún quedan muchas lagunas en materia de financiación, acceso equitativo a las medidas médicas y comprensión de los riesgos cambiantes", añadió.
El pacto no entrará en vigor hasta que se finalice un anexo sobre el intercambio de información sobre patógenos. Las negociaciones al respecto comenzarían en julio con el objetivo de presentar el anexo a la Asamblea Mundial de la Salud para su adopción, según informó la OMS. Una fuente diplomática occidental sugirió que su finalización podría tardar hasta dos años.
cbc.ca