TCA: El sufrimiento silencioso de los enfermos revelado por la fotógrafa Lavinia Nocelli

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TCA: El sufrimiento silencioso de los enfermos revelado por la fotógrafa Lavinia Nocelli

TCA: El sufrimiento silencioso de los enfermos revelado por la fotógrafa Lavinia Nocelli

La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, clasificados como trastornos de la conducta alimentaria (TCA), afectan a casi un millón de personas en Francia, sobre todo chicas adolescentes, y constituyen, según la Caja de Salud francesa, la segunda causa de muerte prematura entre los 15 y los 24 años, después de los accidentes de tráfico.

Estas estadísticas son similares entre nuestros vecinos transalpinos y es para comprender mejor esta realidad que la fotógrafa Lavinia Nocelli siguió, durante el verano de 2021, a los pacientes de la Centro de Trastornos Alimentarios en Fermo, en la región de Las Marcas. Le Monde decidió publicar este informe en Italia con motivo de la Semana de Concienciación sobre los Trastornos Alimentarios, organizada del 2 al 8 de junio por la Federación Francesa de Anorexia y Bulimia, una asociación de profesionales de la salud especializados.

Chiara muestra signos de autolesión en sus brazos, en el jardín de su abuela, cerca de Fermo (Italia), durante el verano de 2021.
Chiara muestra signos de autolesión en sus brazos, en el jardín de su abuela, cerca de Fermo (Italia), durante el verano de 2021. LAVINIA NOCELLI

Los pacientes con trastornos alimentarios a menudo intentan visibilizar su sufrimiento mediante gestos de "pedir ayuda a gritos". En los adolescentes, esto puede manifestarse con cortes en brazos, piernas u otras partes del cuerpo. Algunos se agotan obligándose a vomitar después de comer. Otros se retraen en silencio, aislándose de familiares y amigos. Todas las personas afectadas por un trastorno alimentario buscan ayuda de una forma u otra. El reto para quienes las rodean es reconocerlo e intervenir a tiempo. Cuando llegó al Centro de Trastornos Alimentarios, Chiara era aún menor de edad. En su caso, los atracones ocurrían por la noche, lejos de la atenta mirada de sus padres, quienes, durante meses, no comprendieron qué le pasaba a su hija.

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