La Champions League se convierte en una guerra de guerrillas: dos muertos y 559 detenidos en Francia

El caos
Disturbios en París y varios lugares del país tras la victoria del Paris Saint Germain sobre el Inter en Mónaco
Una noche de fiesta pero también de disturbios en París y en muchas zonas de Francia tras la Champions League ganada por el PSG en Múnich. El recuento total es de 559 personas detenidas: en al menos 216 casos las paradas se convirtieron en arrestos. Al menos dos muertos: una joven atropellada por una moto en París y un joven de 17 años apuñalado en Dax. Hubo 205 heridos, incluidos 13 policías. Tras el pitido final, hubo violencia, saqueos en comercios y vandalismo en París, incluyendo dos coches y varias bicicletas de alquiler incendiados. Una mujer de 20 años murió después de que el scooter en el que viajaba fuera atropellado por un automóvil que transportaba aficionados que la vitoreaban en el distrito 15, en la orilla suroeste del Sena en París.
En los Campos Elíseos se produjeron enfrentamientos esporádicos con aficionados que lanzaron bombas de humo, petardos y objetos a la policía, que respondió con gases lacrimógenos. En la Place de l'Etoile, la policía utilizó cañones de agua para repeler a una multitud que intentaba asaltar un edificio. El episodio más grave ocurrió en Grenoble, donde un coche atropelló a una multitud de aficionados que lo vitoreaban: cuatro personas de una misma familia, dos mujeres de 46 y 23 años y dos jóvenes de 17 años. Según se informa, el conductor perdió el control del vehículo. No está claro si la muerte de un joven de 17 años apuñalado en el pecho en Dax, en las Landas, al margen del desfile del PSG, está relacionada con las celebraciones del fútbol. En Nantes, una tienda de deportes fue atacada y un autobús de transporte público resultó gravemente dañado por una lluvia de objetos lanzados contra él.
Durante los carruseles en Alencon, Normandía, un coche se estrelló contra una agencia de seguros, provocando un incendio. Los ocupantes del vehículo lograron salvarse. En Poitiers, al este de Nantes, un coche de policía fue atacado por unos cincuenta matones. Los oficiales lograron escapar. El ministro del Interior, Bruno Retailleau, pidió a las fuerzas del orden que tomaran medidas "enérgicas" contra los responsables de los disturbios, que calificó de "bárbaros". “Es insoportable que no se pueda celebrar sin temer el vandalismo de una minoría violenta que no respeta nada”, lamentó el ministro.
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