Giorgetti: "El desguace es razonable, con aportaciones de los bancos".

El plan presupuestario comienza con el marco de crecimiento, que determinará los parámetros de deuda y déficit en los que se basará la ley presupuestaria. Las primeras estimaciones provisionales del DPFP, documento que se enviará al Parlamento el 2 de octubre, muestran una tasa de crecimiento tendencial, es decir, excluyendo las medidas de estímulo económico, del +0,5 % para 2025 y del +0,7 % para 2026. El PIB, en el que se basará el plan presupuestario, se desacelerará este año desde el 0,7 % de 2024, excluyendo las medidas de estímulo aún pendientes, como los incentivos para la compra de automóviles, y luego repuntará ligeramente: la OCDE prevé un 0,6 % para 2025 y 2026, mientras que S&P prevé un aumento hasta el 0,8 % en 2026. El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, abordará el asunto mañana a las 15:00 h. En el Senado, pero en relación con un acto electoral de la Liga en Pésaro, explica: "Tengo una idea clara del rumbo; claramente no soy como los que ponen el piloto automático y no se dan cuenta de las tormentas que se avecinan; la ruta se ha visto algo perturbada por las tormentas, empezando por la guerra en Ucrania". El ministro, en cambio, hace hincapié en la mejora de la calificación de Fitch y en el diferencial por debajo de los 80 puntos básicos, inferior al francés: "No es que cuando celebramos la calificación, el diferencial no tenga importancia. Con un diferencial de 250, el coste de los intereses habría anulado la posibilidad de reducir los impuestos y el gasto sanitario". Y sobre las medidas de gasto que se están preparando para el presupuesto, plantea dos puntos firmes: la eliminación de las reformas fiscales, aunque "paz fiscal es un término mejor que eliminación", afirma durante un acto electoral de la Liga en Pésaro. "Estamos trabajando en ello y ahora vislumbramos un resultado razonable". En cuanto a los ingresos, sin embargo, el ministro de la Liga considera "absolutamente necesaria" la contribución de los bancos, ya que "no vamos a una cruzada, sino que nos reuniremos con ellos y encontraremos la manera de que contribuyan a la desgravación fiscal". Esto implica abordar un sector que ha obtenido "ganancias estratosféricos", pero "sin intimidar a nadie". Este impulso político surge después de que el socio mayoritario, Forza Italia, se reuniera en el Senado con una delegación de la Asociación Bancaria Italiana (ABI), encabezada por el presidente Antonio Patuelli, y reiterara "su postura contraria a la introducción de cualquier nuevo impuesto a nadie", incluidos los bancos, dado el "progreso positivo del acuerdo alcanzado el año pasado, que aportará más de 4.000 millones de euros al presupuesto estatal para 2025 y 2026". Se trata de una cuestión pendiente que podría afectar a los recursos disponibles, que en cualquier caso se basarán en el sólido rendimiento de los ingresos en el primer semestre, tras un 2024 en el que el ISTAT certificó un aumento de la presión fiscal del 41,2 % al 42,5 %. Además de la deducción fiscal, existen medidas para las familias, donde la intención de vincular las deducciones fiscales al número de hijos "es una prioridad que nos preocupa especialmente", explicó el viceministro de Economía, Maurizio Leo, así como "incentivos para la compra o alquiler de viviendas para parejas jóvenes". Sin embargo, la intención de capitalizar una situación financiera favorable, que también podría ser reconocida por otras agencias de calificación a finales de año, requerirá decisiones sobre las medidas: "Tenemos que seleccionarlas, ver con qué recursos contamos", explica Leo, "la para la clase media, que es una prioridad, la propuesta de un impuesto IRES gratificante para las empresas, la deducción fiscal y la para la vivienda", concretamente la deducción fiscal del 50% para la reforma de una primera vivienda.
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